Invitado Especial
Chicho, el perro andaluz sobre la mesa del comedor, mira con seguridad. Un halo de luz ilumina su rostro en las instalaciones del “Kollektiv Dunckerstraße” en la ciudad de Berlín mientras un Amazauna se prepara para las temperaturas de un vodka papaya poesía latino – polar.
Era el año 2013 cuando la bufanda de Tatyana comenzó a cobijarnos suavemente, nos convertimos en Un hombre sin pasado, como un Leningrad Cowboy había vivido en los Estados Unidos, últimamente he adoptado su peculiar estilo de llevar el cabello como los integrantes de esta tropa con puntiagudas botas. Al venir a Europa por primera vez me desperté en un puerto de Le Havré, La vida en Bohemia me recordaba que en mi casa somos cuatro integrantes que hemos llegado de distintas latitudes del planeta con historias diferentes.
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- Por Elsye Suquilanda
Fernando y su esposa Elizabeth me reciben muy cordiales a la entrada de su apartamento en El Rodadero. Muebles modernos, plantas frescas, máscaras toltecas y amazónicas adquiridas en unos de sus numerosos viajes, decoran los muros. En los pasillos, se observan fotos de sus hijas a los veinte años. Me señala la foto de sus nietos, dos de la historiadora y uno de la abogada. Nadie advierte que entra en la casa de un poeta hasta que mira en su biblioteca, sus dos últimos poemarios publicados.
Me invitan a pasar a la terraza donde me espera una cerveza helada para aplacar el calor húmedo de los primeros días de marzo. Desde el piso 17 se observa la cadena de edificios de El Rodadero y también Gaira, pueblo convertido en un barrio de la ciudad con sus nuevos conjuntos cerrados, y sus secos cerros invadidos de cardonales y casas de bloque.
Después de multiplicarse como docente laborando en distintas universidades de Bogotá, Fernando Núñez del Castillo disfruta desde hace 19 años su pensión en Santa Marta, ciudad a la que ha regresado para dedicarse a la poesía de tiempo completo. Aracataca lo vio nacer en 1943. Comenzó su bachillerato en el Liceo Celedón y terminó en el San Luís Beltrán en Santa Marta, Colombia.
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- Por Annabell Manjarrés Freyle
¿Conoce usted el significado de falocracia? Imagino que algo sospecha. Sí. Tiene razón, porque es persona acuciosa. Se trata del predominio del hombre sobre la mujer en la vida social. No debe confundirse con la trompa de Falopio, cuya proximidad fonética nos puede conducir a engaño. Su ubicación geográfica, es distinta en el cuerpo humano.
¿Cuál es la razón de traer falocracia a colación, vocablo algo dormido en las páginas del diccionario? Recientes investigaciones han descubierto que el hombre en una época de la prehistoria, tenía un hueso en el pene, que los científicos se han apresurado en llamar báculo. Lo perdió a través del tiempo, al convertirse en monógamo. Ahora, el báculo sirve para apoyarse a causa de la vejez o si alguien se ha operado de juanetes. Por lo visto, el hombre de las cavernas, no necesitaba Viagra.
Cuando referí el tema a la poeta Vilma Orrego, mientras tomábamos café en Valparaíso, se apresuró a replicar:
—No me vengas con cuentos de huesos, mientras disfrutamos de la amistad. El hombre lo perdió cuando las mujeres exigieron ser tratadas de igual a igual.
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- Por Walter Garib
Versión original en inglés de Philip Garrison
15 de noviembre de 2016
Traducción al castellano de Stella Moreno Monroy
El jueves pasado en el Museo del Prado, deberíamos parecer una pareja curiosa. Mi mujer empujaba la pequeña silla de ruedas roja que heredé de mi madre, mientras pasábamos frente a aquellas famosas pinturas enceguecedoras. Una pregunta surgió entonces ¿A qué distancia de las “Meninas” de Velázquez está la sala de Goya donde han colgado el “Fusilamiento del tres de mayo?” Los pasillos y las luces del museo están diseñados para eliminar la distancia que se impone afuera; el espacio que media entre el último semáforo y la taquilla, o entre esta y la cafetería. El espacio medido en yardas o en metros desaparece y es sustituido por una extensión de otro tipo. Y la distancia entre aquellos dos objetos concretos de pintura y lienzo? Es un espacio lleno de emociones en el que conviven la fama y el anonimato; el arte representacional y el gobierno representativo; la dicotomía entre lo público y lo privado; la diferencia entre la Corte Real exquisitamente dispuesta y un pelotón de fusilamiento iluminado por la luz del farol de una cuneta.
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- Por Philip Garrison
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Adriana mantiene los ojos cerrados y permanece inmóvil, casi a la expectativa, mientras la música se abre paso en esa noche de viernes y toma el control de los jóvenes que se levantan para bailar.
Julio, su acompañante, la observa unos segundos y luego dirige su vista al interior del estadero. “Nadie como Adriana Rosas ha escrito sobre el encanto de una noche de rumba en la Troja” afirma él.
Viajera, apasionada, escritora, amante del cine. Sus estudiantes la recuerdan por ser “la profesora que siempre corre”, que cruza los pasillos de la universidad cuaderno y cartuchera en mano y les habla de autores, cineastas, del conflicto armado y de la vida.
Es una mujer menuda, de cabello corto y negro que le llega a los hombros. Capaz de conmoverse hasta las lágrimas observando una ópera en algún teatro de Italia o viendo una película que le llegue al alma, como “La tierra y la sombra” de César Acevedo.
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- Por César Mora Moreau
El pasado 10 de noviembre, en la Casa de Poesía Silva de la ciudad de Bogotà, el Consultor en Cultura y experto en literatura Italiana, Nelson Osorio Lozano, orientó la conferencia Giacomo Leopardi entre el eros y la mística; se trató de un acercamiento a la vida y poética del escritor italiano que “estuvo lejos de lo que hoy se llama un best-seller; difícilmente se vendían poquísimos libros suyos y la suerte tuvo con él todas las crueldades”, según escribió el ex presidente Eduardo Santos en conferencia ofrecida en 1960. Aurora Borea® reproduce el texto leído que fue cedido por el autor.
En nombre de una tradición ancestral que ligaba el ilustre nombre de la estirpe al santo cruzado Taldegardo, el anuncio del nacimiento del primogénito de la casa condal de los Leopardi, di San Leopardo, sería repicado por un carrusel de campanas que partiendo del palacio solariego de Recanati, alcanzaría de torre en torre la catedral de San Leopardo en la vecina Ósimo, pasaría a la románica y primorosa San Ciríaco de Ancona, hasta llegar al venerable santuario de la Señora de Loreto, donde el legado pontificio, cardenal Ciccognani, anunciaría a la Augusta Santidad del Papa Pio VII Chiaramonti, que el linaje milenario de los Leopardi di San Leopardo, contaba ya con un nuevo heredero.
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- Por Nelson Osorio Lozano
La siguiente narración inédita de Gloria Guardia versa sobre su encuentro, en París, con el escritor cubano Alejo Carpentier, el 11 de octubre de 1978. Este escrito es uno de los tantos que integran su libro en preparación Apenas ayer, una especie de memorias literarias.
Hoy, 11 de octubre del 78, en París el sol titila, riente a través de los árboles y las primeras hojas de otoño se desprenden, vuelan juguetonas formando una alfombra de diversas texturas y colores. Miro el reloj y aprieto el paso. Tengo que llegar puntual a la 16 rue de Presles, sede de la embajada cubana en Francia. La telefonista, una funcionaria amable, con voz cantarina, me ha citado a las diez y si el metro no me juega una mala pasada, el portón de la sede de la embajada de Cuba se abrirá a la hora en punto, me dará paso y yo entraré con paso firme y la frente en alto, aunque conociendo mis flaquezas, las mariposas me seguirán revoloteando en el estómago. Me es difícil siquiera imaginar cómo será el encuentro, cara a cara, con Alejo Carpentier, con el sabio, con el ministro consejero de la embajada de Cuba en Francia. ¿Cómo abordarlo? Estoy en eso, debatiéndome mentalmente, cuando, apenas traspaso el umbral, me anuncio, levanto la vista y ahí está: lo veo descender por la impresionante escalinata de mármol de la cancillería. Me recibe con una sonrisa que no sé descifrar, menos aún cuando lo escucho decir una frase por lo demás cortante, al tiempo que me extiende ambas manos, y me aprieta contra su imponente geografía. “¡No pensaba recibirla, señora Gua-r(g)-dia!”, desgarra, despacio, las sílabas de la frase poco amable.
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- Por Gloria Guardia
Cuando nombran las divisiones del Tiempo los poetas crean personajes míticos, lo sabemos al abrir los diccionarios de mitologías. Leemos entonces que para los primitivos griegos las Horas no eran las divisiones del día sino del año, las tres hijas que Zeus tuvo con Temis, llamadas Eunomía (buen orden), Diké (justicia) e Irene (paz).
Para Homero ellas son las porteras del cielo. Con los siglos las tres Horas fueron identificadas a la Primavera, el Verano y el Invierno. Cuando se habló del Otoño y el solsticio de Invierno, es decir su parte más fría, la mitología creó dos nuevas Horas, Carpo y Talata, para velar por las frutas y las flores. Recordad carpe diem, aprovecha la oportunidad, cosecha la luz.
Por último cuando los griegos dividieron el día en doce partes iguales los poetas multiplicaron el número de Horas, llamándolas las doce hermanas... los modernos representamos las Horas con alas de mariposa...
Sí, nomás esta mañana se me ocurrió, vivimos cazando las Horas cual mariposas, y aquí es donde pensé en un filósofo criollo cantor, Juan Polo Cervantes, Qué tan lindo es pasear en Santa Marta en la tardecita por las orillas del Mar, mirando las aguas yo allí me puse a pensar: se me van las Horas, pero no me hacen falta...
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- Por Julio Olaciregui
1922: annus mirabilis
Para Paul Baudry
En aquel año, James Joyce publica Ulysses en París, gracias a la ayuda de Sylvia Beach de Shakespeare and Company. En una habitación de la rue Hamelin, a algunos kilómetros de allí, Marcel Proust termina À la recherche du temps perdu y, poco después, muere de cansancio y bronquitis. Entretanto, Picasso da a conocer su Mujeres corriendo por la playa, T.S Eliot publica Waste Land, Rainer Maria Rilke escribe las últimas Duineser Elegien y, por si fuera poco, Stravinski presenta su Mavra nada menos que en el ballet de Diaghilev. El mundo parece tomar un respiro entre las dos grandes guerras, como si se empeñara en olvidar el cataclismo antes de arrojarse al holocausto. Los colores, las palabras, las notas musicales se esfuerzan en seguir viviendo, construir un sentido, en medio del horror más voraz.
A miles de kilómetros, en un país inventado de tan irreal, en la obscura imprenta de un panóptico, un hombre ojeroso publica doscientos ejemplares de su poemario. Los distribuirá entre sus amigos, antes de viajar a Europa, donde no se encontrará con Joyce, tampoco con Proust o Eliot, menos aún con Rilke. Ni siquiera podrá tomar una cerveza con Pablo Picasso, quien haría un retrato de él, pero a partir de una fotografía. De la dulce y alegre Europa no conocerá una sola línea, ni tan siquiera un color o una nota musical, aunque sí los albores de la Segunda Guerra que devastaría a todo un continente. Morirá poco antes, en una habitación parisina, cuentan que acompañado de su mujer, en medio de algo parecido a una digna pobreza.
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- Por Félix Terrones
McHondo [libros arte cultura]
Mi experiencia como educador durante cerca de 3 lustros me llevó a descubrir que los libros son embajadores por excelencia en la cada vez más difícil tarea de promover la educación, el conocimiento y la diversidad cultural. No obstante, en estos días pintados de incertidumbre y espanto, vienen a ser cada vez menos las librerías en nuestro Puerto Rico. A fines de 2014 cerraron sus puertas 2 importantes librerías en el mismo corazón de Río Piedras, ciudad universitaria por excelencia del país. (Con tan sólo mirar en nuestro derredor, confirmamos la desmedida importancia que han cobrado la tecnología mediática y los juegos electrónicos).
Nunca quise ser propietario ni dueño de nada ni administrar otra cosa distinta que mi propio destino. (En semejante postura pesa mucho mi enamoramiento de las pantorrillas de mi libertad). He aquí que la Providencia ha tenido mejores planes para mí.
Una de las personas más respetadas y sabias de su época, el alemán Goethe, dijo alguna vez: "Lo más importante en este mundo, no es saber dónde estás, sino hacia dónde vas". El 24 de octubre de 2014, McHondo abrió puerta y ventanas con el norte preclaro de brindarles a los conciudadanos —los de la patria chica tanto como los de la urbe citadina y también los de la banda de allá, allende los mares, que nos honren con su visita— un oasis donde abrevar esa sed que no es para la boca. También para cuando sea justo y necesario bajarse de la prisa y el chinchorreo fugaz. Aquí, en el mismo epicentro municipal de San Sebastián de las Vegas del Pepino les esperamos en nuestro quiosco cultural, éste, su servidor, y, a una veintena de pasos más hacia la Casa Alcaldía, William, con su sabroso café. Así, al amparo de una siempre generosa sombra y con el murmullo de la fuente como paisaje de fondo, podrá Ud. degustar ese revitalizante elíxir de Fierabrás y perfumarse las neuronas con algún tesoro que decida adquirir en McHondo.
El nombre del humilde establecimiento surge de 2 coyunturas (claro, ya antes en NY un colombiano operó exitosamente una librería que llevaba el vistoso nombre del poblado creado por el ilustre "Gabo", Macondo): 1ro., homenajear al admirado padre de los Buendía y, 2do., como, a fuerza de necesidad, los boricuas aprendieron rápido a pronunciar el Mac del nombre de la cadena de comivetes gringos que , cual virus letal, se ha propagado por toda la faz del planeta, pues no es mucho pedir que también los boricuas aprendieran a sortear la aparente extrañeza de McHondo.
De una parte, perseguimos aportar a la descentralización de la cultura de las zonas metropolitanas del país. De otra, nos unimos a los que pretendemos hacer la diferencia brindándoles a nuestra juventud y compueblanos en general opciones con las cuales subsanar la terrible situación cómplice de la ignorancia, la dejadez, el conformismo y la frivolidad que hoy día oprime a nuestro país.
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- Por Edgardo Nieves-Mieles
Aurora Boreal® se encuentra en Madird con Claudio Pérez Míguez y Raúl Manrique Girón, propietarios de la Librería del Centro, del sello editorial Del Centro Editores y del Centro de Arte de Madrid, tres espacios fundamentales y especializada en autores hispanoamericanos y españoles con presencia en América. El sello Del Centro Editores está enfocado en libros totalmente artesanales, de tirada limitada, numerados y firmados por los autores o el editor, con textos inéditos o recuperados. El Centro de Arte Moderno es una institución privada que desarrolla una amplia función de difusión cultural a través de diferentes áreas.
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- Por Raúl Manrique Girón
Pepa Pombo y su hija Mónica Holguín presentaron en la pasarela del Círculo de la Moda de Bogotá su nueva colección Diva Retro inspirada en los años 70.
Los colores fuertes como verdes lima, azules profundos del mar, naranja y fucsias se imposieron. También los colores neutros como el cálido, grises suaves y amarillos de luz fueron vistos en la colección.
Las siluetas femeninas eran muy sofisticadas y de ajuste relajado, parecido al estilo Jackie Onassis. También había una gran variedad de estilos que consisten en vestidos sueltos, cárdigans de punto de gran tamaño, las faldas de forma ajustada, vestidos maxi, y pantalones de cintura alta con piernas anchas.
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- Por Catalina Stack
El rumor del barrio Abajo llega hasta Berlín
En Berlín es sábado de carnaval
Morriña y sanguaza y algo de miedo a tener cachetes de cerdo
¡ A la fría mortadela !
Vamos al cine mi negri, están dando Crónica de un amor
Desde niños nos gusta esa ilusión
La luz sobre los rostros de la gente cuando abren las compuertas de lo imaginario
Nos trae el hálito de muchos personajes posibles
Mi ausencia me ha vuelto « adorable »
Vuelvo a un lugar ya visitado
Parezco el mismo del año pasado y sin embargo soy otro
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- Por Julio Olaciregui