Raúl Gómez Jattin - Domingos de poesía

Raúl Gómez Jattin (Colombia 1945-1997). Su trágica existencia e inusitada obra lo sitúan entre los poetas malditos más representativos del ámbito hispanohablante. Ajeno a cualquier censura moral o tapujo el autor estructura su poesía con un lenguaje perspicuo, directo y a la vez profundo. En sus poemas están latentes la nostalgia de su lugar de infancia, las amistades y su relación con la familia. El poeta nos habla del amor, el desengaño, de la soledad, la enfermedad y la muerte. Expone también el rechazo social que experimentó por sufrir locura y ser poeta. En su caso la vivencia personal y su creación poética confluyen dando lugar a un trabajo único. Sus últimos años los pasó rodando de siquiátrico en siquiátrico, marginado y viviendo en la calle. Su vida se vio truncada tras ser embestido por un autocar.

[QUÉ TE VAS A ACORDAR ISABEL]

Qué te vas a acordar Isabel
de la rayuela bajo el mamoncillo de tu patio
de las muñecas de trapo que eran nuestros hijos
de la baranda donde llegaban los barcos de La Habana cargados de…
Cuando tenías los ojos dorados
como pluma de pavo real
y las faldas manchadas de mango
Qué va
tú no te acuerdas
En cambio yo no lo notaste hoy
no te han contado
Sigo tirándole piedrecillas al cielo
buscando un lugar donde posar sin mucha fatiga el pie
Haciendo y deshaciendo figuras en la piel de la tierra
y mis hijos son de trapo y mis sueños de trapo
y sigo jugando a las muñecas bajo los reflectores del escenario
Isabel ojos de pavo real
ahora que tienes cinco hijos con el alcalde
y te pasea por el pueblo con un chofer endomingado
ahora que usas anteojos
cuando nos vemos me tiras un «qué hay de tu vida»
frío e impersonal
Como si yo tuviera eso
Como si yo todavía usara eso

               (Poemas, 1980)

 

 

EL DIOS QUE ADORA

Soy un dios en mi pueblo y mi valle
No porque me adoren Sino porque yo lo hago
Porque me inclino ante quien me regala
unas granadillas o una sonrisa de su heredad
O porque voy donde sus habitantes recios
a mendigar una moneda o una camisa y me la dan
Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán
y lo nombro en mis versos   Porque soy solo
Porque dormí siete meses en una mecedora
y cinco en las aceras de una ciudad
Porque a la riqueza miro de perfil
mas no con odio    Porque amo a quien ama
Porque sé cultivar naranjos y vegetales
aún en la canícula    Porque tengo un compadre
a quien le bautice todos los hijos y el matrimonio
Porque no soy bueno de una manera conocida
Porque amo los pájaros y la lluvia y su intemperie
que me lava el alma    Porque nací en mayo
Porque mi madre me abandonó cuando precisamente
más la necesitaba    Porque cuando estoy enfermo
voy al hospital de caridad    Porque sobre todo
respeto sólo al que lo hace conmigo Al que trabaja
cada día un pan amargo y solitario y disputado
como estos versos míos que le robo a la muerte

 

 

CONSOLACIÓN

Cuánta congoja agazapada
llevas Eusebio
El paisaje moral
de tus contemporáneos
te afectó como una lepra blanca

Eres demasiado sensible muchacho
Recógete en los libros
en tu alquimia
en el calor de tu madre

El resto no vale la pena Eusebio
Son fantasmas
Muchedumbres de fantasmas ebrios

 

 

A UNA VECINA DE BUENA FAMILIA

Lo más probable
es que seas como los otros
ignorante y mentirosa
No aquella que pobló mi infancia
No aquella de luciérnagas en los ojos
Querida
Cómo estás de cambiada
Lo más natural es que seas como ellos
indolente y malvada
Lo más natural
No el endeble pájaro de verano
No las margaritas del jardín

 

 

EL LEOPARDO

Como fuerza de monte
en un rincón oscuro
la infancia nos acecha

Así el leopardo —Martha Cristina Isabel—
El leopardo se asoma por tus ojos
ha saltado derrumbando años
y sobre mi niñez —de bruces— me ha derribado

Sueños de un día trepando los peldaños de la eternidad:
Tú venías por el sol y yo era de barro triste
Tú tenías noticias del universo y yo era ignaro

Los años —Martha— con su carga de piedras afiladas
nos han separado
Hoy te digo que creo en el pasado
como punto de llegada

 

 

DESENCUENTROS

Ah desdichados padres
Cuánto desengaño trajo a su noble vejez
el hijo menor
el más inteligente
En vez de abogado respetable
marihuano conocido
En vez del esposo amante
un solterón precavido
En vez de hijos
unos menesterosos poemas

¿Qué pecado tremendo está purgando
ese honrado par de viejos? ¿Innombrable?

Lo cierto es que el padre le habló en su niñez de libertad
De que Honoré de Balzac era un hombre notable
De la Canción de la vida profunda
Sin darse cuenta de lo que estaba cometiendo

               (Retratos, 1980-1983)

 

 

SARA ORTEGA DE PETRO

Tallada en una carne alada oscura y firme
llegó mi hermana Sara desde lejos del mundo
a mis años de asma y juegos de escondidas
a encenderme Con su atávica África iluminándole la piel
y alborotando recia mansedumbre del patio solariego

Llegó con unos inmensos zapatos de charol fucsia
y un traje de colores deslumbrantes
que acentuaban su delgadez de cobre

Esa mujer con la hermosura de una reina de Dahomey
y la delicadeza que perfiló mi madre con dulzura

Esa Sara Ortega de Petro la que es hoy mi comadre tres veces
la que cuando muero de soledad o de locura
acude a verme con tazón de sopa y todo su cariño

Aún hoy tengo tanto de ella en mí como de las mariposas
La lluvia y los primerizos mameyes del invierno

               (Retratos, [segunda parte], 1986)

 

 

ANTE UN ESPEJO OSCURO

Como una corriente quieta manchada de petróleo
que iridisa y apaga una imagen que no reconozco
Ante un espejo oscuro aún soy un hombre joven

Ésos no son mis ojos    Son demasiados bellos
para ser los míos    No tengo esos fulgores
ni esas pestañas iluminadas de adolescencia

No aparece mi prematura calva    Ni el abotagamiento
inicial de mis duros cuarenta años vividos
entre la soledad y la locura    Mi boca
destruida en su tierna intimidad no acusa el daño

La nariz y la barbilla muestran un equilibrio
que nunca ha mantenido    Con cierta sombra apolínea

Ese espejo tiene algo de alcahuete de la vida
De generoso prostituto que me regala una maldad

 

 

EL AGRESOR OCULTO

Me envenenó la vida
Me sustrajo de mi movimiento natural
y me entregó a las sombras
de los amores no correspondidos
Me trastocó los sueños
metiéndose como un conspirador entre sus grietas
Desempolvó recuerdos
que hablaban de partidas y de adioses
Mientras tanto mi alma
acostumbrada a la desgracia
lo veía hacer
como un condenado que presencia
el levantamiento del patíbulo

 

 

QUÉ TRABAJOS TAN HERMOSOS TIENE LA VIDA

Acecha a la maldita de tu abuela Me aconsejo
Soporta el sol y si es preciso acalámbrate
esperando a que la carcamala duerma
mientras oye novelones de radio y discute con el malo
Desátale el fajón de su camisola
y amárrala al mecedor para que ojalá
no se suelte nunca    Es tu día

Jódete    Quémate las pestañas en la luz de los recuerdos
Apresúrate a comprar el último libro
de ese viejo poeta que te obsesiona    Y ven rápido
a tu escondrijo a empuñar el bolígrafo y el cigarrillo
Coloca la jarra de limonada en la mesa
Correveidile a la tristeza de antier
cuál era el color exacto del día que murió tu padre
Emborráchate de nostalgia    Empieza un verso
Apúrate pendejo que por ahí entre tus glándulas
transita la vejez inerme

 

 

PEQUEÑA ELEGÍA

Ya para qué seguir siendo árbol
si el verano de dos años
me arrancó las hojas y las flores
Ya para qué seguir siendo árbol
si el viento no canta en mi follaje
si mis pájaros migraron a otros lugares
Ya para qué seguir siendo árbol
sin habitantes
a no ser esos ahorcados que penden
de mis ramas
como frutas podridas en otoño

 

 

ELOGIO DE LOS ALUCINÓGENOS

Del hongo stropharia y su herida mortal
derivó mi alma una locura alucinada
de entregarle a mis palabras de siempre
todo el sentido decisivo de la plena vida

Decir mi soledad y sus motivos sin amargura
Acercarme a esa mula vieja de mi angustia
y sacarle de la boca todo el fervor posible
toda su babaza y estrangularla lenta
con poemas anudados por la desolación

De la interminable edad adolescente
otorgada por la cannabis sativa diré
un elogio diferente    Su mal es menos bello
Pero hay imágenes en mi escritura
que volvieron gracias a su embrujo enfermizo
Ciertos amores regresaron investidos de fulgor
eterno Algunos pasajes de mi niñez volcaron
su intacta lumbre en el papel    Desengaños
de siempre me mostraron sus vísceras

Hay quien confía para la vida en el arte
en la frialdad inteligente de sus razonamientos

Yo voy de lágrima en lágrima prosternado
Acumulando sílabas dolorosas que no nieguen
la risa Que la reafirmen en su cierta posibilidad
de descanso del alma    No de su letargo

Voy de hospital en cárcel en conocidos inhóspitos
como ellos Almas con cara de hipodérmica
y lecho de caridad    Entregándole mi compañía
a cambio de un hueso infame de alimento

Toda esa gran vida a los alucinógenos debo
La delicadeza de un alma no está casi
en los que se apropia    Sino en el desprecio de ese estorbo
sangriento cual banquete de Tiestes
que la opulencia inconsciente ofrece vana y fútil

 

 

CONJURO

Los habitantes de mi aldea
dicen que soy un hombre
despreciable y peligroso
Y no andan muy equivocados

Despreciable y Peligroso
Eso ha hecho de mí la poesía y el amor

Señores habitantes
Tranquilos
que sólo a mí
suelo hacer daño

               (Amanecer en el Valle del Sinú, 1983-1986)

 

 

CAMBIO DE IDENTIDAD

Dama del alba
Con tu niñez de golondrina haciendo el verano
inauguraste en mí el sendero del corazón
Espeso amor
Como la embriaguez del Stropharia
Reminiscente    Moral    Con ventana al futuro
Como la lenta tarde de sequía
que es para mí la tarde de la vida
Como el río de barro de mi valle
que en invierno arrastraba animales muertos
Como la dicha pérfida de mi abuela
que se regocijaba en ser un monstruo

Furor de los años en tropel    Pasos de la muerte
Ella camina indemne    Solitaria en mi camino
Carne que te reemplazas incesantemente en el recuerdo
Ella no está hecha de ti

[Este poema se transcribe a partir de una grabación
con la voz del autor. En las ediciones antológicas
publicadas aparece incompleto el penúltimo verso
y falta el de cierre]

 

 

ACCIÓN DE GRACIAS

Como un dios sabio que sabe perdonar a su poeta
me has defendido hasta del propio olvido
en que pude para mi mal dejarte
Apaciguado males que el oficio presagia
Otorgando caricias que jamás he soñado

¡Oh dios! Te entreví en la jornada ingrávida
de confiarle al papel la vida y sus engaños

Tú has mirado en mi alma y sus duros trabajos
un regalo a lo eterno que hay en ti
A lo indecible de tu manso poder
que hace que tu belleza sea como frescura
en la dura prueba del poema inacabado

 

 

DE LO QUE SOY

En este cuerpo
en el cual la vida ya anochece
vivo yo
Vientre blando y cabeza calva
Pocos dientes
Y yo adentro
como un condenado
Estoy adentro y estoy enamorado
y estoy viejo
Descifro mi dolor con la poesía
y el resultado es especialmente doloroso
voces que anuncian: ahí vienen tus angustias
Voces quebradas: pasaron ya tus días

La poesía es la única compañera
acostúmbrate a sus cuchillos
que es la única

 

 

UN PROBABLE CONSTANTINO CAVAFIS A LOS 19

Esta noche asistirá a tres ceremonias peligrosas
El amor entre hombres
Fumar marihuana
Y escribir poemas

Mañana se levantará pasado el mediodía
Tendrá rotos los labios
Rojos los ojos
y otro papel enemigo

Le dolerán los labios
Y le arderán los ojos como colillas encendidas
Y ese poema tampoco expresará su llanto

               (Del amor, 1982-1987)

 

 

RETRATO

Si quieres saber de Raúl
que habita estas prisiones
lee estos duros versos
nacidos de la desolación
Poemas amargos
Poemas simples y soñados
crecidos como crece la hierba
entre el pavimento de las calles

               (Esplendor de la mariposa, 1993)

 

 

[LOS POETAS AMOR MÍO…]

Los poetas    amor mío    son unos hombres horribles
unos monstruos de soledad    Evítalos siempre
comenzando por mí

Los poetas    amor mío    son para leerlos
léelos    Mas no hagas caso a lo que hagan
en sus vidas

              (Los poetas amor mío, 2005)

 

 

EL INFIERNO SON LOS OTROS

Rimbaud

Cuando saben que viviste entre ellos
a pesar de que no tenías su entraña
y tu tiempo era trascendente y bello
se preguntan qué llevabas en tu pecho
tan callado —tan serio— tan verdadero
cuando parecías no existir para la vida
Esos libros los perturban —los asedian
¿Por qué los nombras tan oscuros?
¿Por qué no figuran como héroes?
Cuando saben que viviste entre ellos
tal vez se preguntan: ¿por qué no lo matamos
cuando aún no era conocido? ¿Por qué?
Tal vez digan: ¿qué hace tu miseria
tu tristeza —como símbolo de un pueblo?
Nunca es tarde para hablar de ellos
Para recordarles que tú no eras el tonto
Para revivir algo que el arte siempre
le ha tenido a la bruta vida: odio

               (Acerca de Œdipus, poesía inédita de Raúl Gómez Jattin, 2018)

 

 

VOLVER AL PUEBLO


y encontrar las calles
de siempre
Los mismos viejos
Las mismas hermosas caras
de muchachas y muchachos
El mismo río dando vueltas
Pero mi corazón
está apenado y sombrío
Se murieron mis padres
y la casa de la familia
está en ruinas
como si un vendaval
de soledad y muerte
la hubiera agostado
Me queda la poesía
y la presencia
de unos jóvenes
que me preguntan por ella
y me leen
Cuánto diera
porque mis padres
gozaran de saberme querido
por lo que escribo

 

 

OH DIOS


tú que no existes
eres afortunado
de no tener que cuidar
todo el género humano
En cambio yo
muero cada día
con el dolor del loco
que destruyen los otros
con el mendigo muero
con el enamorado triste
sufro
con la mujer confinada
en un bar musical
lloro
y vuelvo a estar solo
a comer el agrio pan
del exilio
entre tanta gente
que a veces amo

 

 

REGRESA EL POETA A SU CASA


y la encuentra herida de muerte
El techo agujereado
las puertas fuera de sus goznes
Los cuartos llenos
de mierda —Hórridos
Los vecinos no lo reconocen
sino como el odiado

[Estos tres poemas se publicaron en 2018 en dos libros:
Acerca de Œdipus, poesía inédita de Raúl Gómez Jattin
y Entrevistas, evocaciones & 7 poemas inéditos]

 

raul gomez 350Raúl Gómez Jattin (Colombia 1945-1997). Su trágica existencia e inusitada obra lo sitúan entre los poetas malditos más representativos del ámbito hispanohablante. Ajeno a cualquier censura moral o tapujo el autor estructura su poesía con un lenguaje perspicuo, directo y a la vez profundo. En sus poemas están latentes la nostalgia de su lugar de infancia, las amistades y su relación con la familia. El poeta nos habla del amor, el desengaño, de la soledad, la enfermedad y la muerte. Expone también el rechazo social que experimentó por sufrir locura y ser poeta. En su caso la vivencia personal y su creación poética confluyen dando lugar a un trabajo único. Sus últimos años los pasó rodando de siquiátrico en siquiátrico, marginado y viviendo en la calle. Su vida se vio truncada tras ser embestido por un autocar.

 

Material de consulta:
Poemas (folleto). Bogotá, 1980; Poesía 1980-1989. Colombia: Norma, 1995; Esplendor de la mariposa. Bogotá: Magisterio, 1995; Arde Raúl. Bogotá. Heriberto Fiorillo: Panamericana, 2003; Amanecer en el Valle del Sinú. Colombia: FCE, 2004; Los poetas, amor mío… Medellín: Siembra, 2005; Poesía completa. Cartagena: La Casa de Asterión, 2006; Entrevistas, evocaciones & 7 poemas inéditos. Bogotá: Letra a Letra, 2018; Acerca de Œdipus. Joaquín Mattos Omar (ed.). Bogotá: Collage Editores, 2018; Qué te vas a acordar Isabel. Poesía reunida. Colombia: Uniediciones, 2018; Sobre tu boca muero. Poesía completa. Bogotá: Ediciones San Victorino, 2019; Las praderas del cielo. Antología. Bogotá: Seshat, 2020

 

"Domingos de poesía" es una idea original del poeta Sergio Laignelet, colaborador de Aurora Boreal®. Se publica semanalmente. Toda la selección y cura de los materiales por Sergio Laignelet.

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Sobre Sergio Laignelet
Bogotá, 1969. Poeta colombiano residente en Madrid, editor, corrector de estilo y ortotipográfico de publicaciones educativas y culturales. Libros publicados: That's all Folks! (poemas animados). Madrid, 2017; Cuentos sin hadas. Canarias, 2010; Carnaval (plaquette). Bogotá, 2007; Malas Lenguas. Bogotá, 2005. Ediciones bilingües de CSH: Danés: Omvendte eventyr. H. Krarup trad. Copenhague, 2017; Francés: Contes á l’envers. R. Durand trad. Toulon, 2015, y Colomiers, 2017 (además, poemas suyos han sido traducidos al inglés, portugués, italiano, sueco, finés, polaco y japonés). Antología editada: Gatimonio: poemas de gatos de autores hispanoamericanos. Madrid, 2013.

Poemas de Raúl Gómez Jattin. Selección de poemas: Sergio Laignelet. Material enviado a Aurora Boreal® por Sergio Laignelet. Poemas publicados con autorización del albacea de la obra literaria de Raúl Gómez Jattin©. Así mismo los poemas tomados del libro Acerca de Œdipus están autorizados por Joaquín Mattos Omar. Se cuenta con autorización de Milcíades Arévalo por los poemas que conforman Entrevistas, evocaciones & 7 poemas inéditos. Fotografías de y autorizadas por ©Milciadés Arévalo. Fotografía Sergio Laignelet © Lorenzo Hernández.

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