Grietas de luz
Federico Díaz Granados
Poesía
Ediciones Fondo de Cultura Económica SAS
Páginas 97
ISBN 978-958-5197-80-0
2024
Fedrico Díaz Granados nació en Bogotá en 1974. Poeta, ensayista y gestor cultural. Es director de la Biblioteca de Los Fundadores del Gimnasio Moderno y de su Agenda Cultural. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 2021. Ha publicado, entre otros, los libros de poesía: Las voces del fuego (1995); La casa del viento (2000), Hospedaje de paso (2003), Las prisas del instante (2015) y Grietas de la luz (2024). Preparó las antologías de nueva poesía colombiana Oscuro es el canto de la lluvia (1997), Inventario a contraluz (2001) y compiló y prologó los volúmenes Resistencia en la tierra (Antología de poesía social y política de nuevos poetas de España y América), Cien años de poesía hispanoamericana. Poesía Reunida de José Asunción Silva y Preludio de primavera de Rafael Pombo. En 2021 fue nombrado Distinguished Visiting Professor en el Departamento de Español de la Universidad de Virginia. Es colaborador permanente de El Tiempo y El Espectador y columnista semanal de la Revista Cambio.
Selección de tres poemas
XII
No vuelvan, dice.
Nunca se conoce la historia.
Coral Bracho
Dentro de mí el tiempo desaparece
y no tengo hambre ni sed.
He olvidado mis rutinas, mis rituales.
Indefensa y confundida camino
dentro de una casa donde todo se mueve.
Despierto y no conozco a nadie
y no sé porqué saben amargo
estas condenas que no puedo pronunciar.
Dicen que son mis hijos,
pero me da miedo salir con extraños.
Mis padres nunca me dejaron salir con extraños a la calle.
No me dejen sola
temo quedarme con las voces y sin sus rostros
con aquellas vocales sin sonido.
XV
Y si yo soy el mar
un mar tranquilo y sin naufragios
ni galeones piratas en el fondo.
Si tan solo tuviera un poco de su sal
para dejar que se bañen en su orilla.
Y si allí soy tranquila y diáfana
y pudiera nadar más allá de la boya
para sentir como cambia la temperatura y el color
y desvanecerme
y hundirme poco a poco
hasta morir entre pesadillas,
reconocerás que vienes de la misma tormenta
que los ojos serán piedras que nunca más verán la claridad.
Esa luz en la tarde
que vuelve rosadas las montañas verdes.
Así el brillo de tu vida que vuelve
de otro color mi corazón, más allá de la boya
donde no hay retorno, ni orilla
solo silencio y un cuerpo que se desdibuja
y se esfuma entre las algas y los restos de un antiguo naufragio.
XXIII
Al preparar mi muerte
alisto poco a poco la muerte de todo mi linaje
mientras redacto pequeños testamentos
con todas las cosas que perdimos en el sueño
y que nunca recuperamos en la memoria.
Ella vio a su padre, a su esposo y a sus hijos
hacer muchas veces el nudo de la corbata
y los contempló afeitarse con la delicadeza de los cirujanos,
ahora que vuelve a ser niña
y aprende a amarrarse los zapatos
y que se lleva a su desmemoria los secretos intactos
desde este lado del tiempo
en el que los relojes se quedan interrumpidos
en la hora precisa del silencio
que es la misma de la muerte
o de la infancia
o de mis primeros balbuceos
en sus brazos.
Material enviado a Aurora Boreal® por Federico Díaz Granados. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Federico Díaz Granados. Fotografía Federico Díaz Granados © archivo del autor. Portada de Grietas de luz cortesía © Ediciones Fondo de Cultura Económica SAS.