La versión hebrea de este relato habla de un dios con gran sentido de la organización que dedicaba cada día de la semana a inventar algo distinto. Al hombre lo formó de arcilla
y de una costilla le desprendió la mujer.
La versión maya-quiché asegura que hubo tres intentos: primero, la arcilla, pero llovió; segundo, el palo, pero no hubo bastante inteligencia; tercero, el maíz -y le dieron el visto bueno.
Yo, en cambio, soy el fruto de un error.
Miguel Gomes
Venezuela, 1964. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros de narrativa: Visión memorable (microrrelatos), La cueva de Altamira (cuentos), De fantasmas y destierros (cuentos), Viviana y otras historias del cuerpo (cuentos), y Viudos, sirenas y libertinos (cuentos y nouvelles). Vive en los Estados Unidos desde 1989, donde trabaja como profesor de posgrado en la Universidad de Connecticut. Los romanos y quizá los griegos hablaron de un Prometeo llamado en latín plasticator que, en un acto de rebeldía, se atrevió a forjar seres humanos contra la voluntad divina.
Material enviado a Aurora Boreal® por Miguel Gomes. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Miguel Gomes. Fotografía Miguel Gomes © archvio privado del autor.