“Después de todo, la carne es carne, no importa de dónde venga”.
La historia sucede en un escenario distópico aunque tiene elementos y lugares realistas. Un virus letal que mata todos los animales lleva al gobierno a legalizar el canibalismo. Sí, eso mismo. Pero nada es lo que parece.
Hay todo una logística de la carne especial: criaderos, salas de sacrificio, degüello, mataderos y carroñeros.
En esa sociedad ficticia y adaptada a comer la carne especial “hay palabras que son convenientes, higiénicas, legales”. Marcos Tejo trabaja para el frigorífico más importante de la Argentina. Él es burócrata, el autocontrol personificado y su historia convive con la muerte: dentro y fuera de casa.
La descripción de los espacios es una de las herramientas para manejar las emociones, las pausas. Es un libro que habla de humanos que se comportan como si no lo fueran.
Hay un faenado de la mente porque la línea de los humanos de consumo y los de carroña se borra cada tanto en actos vandálicos.
Marcos Tejo nos pasea por el frigorífico y el zoológico, un geriátrico y su casa. En cada lugar hay un cadáver exquisito, detrás del protagonista y ninguno está muerto.
El monstruo se esconde detrás de las buenas maneras, las condolencias y la presa cazada. Porque es real que “las palabras están ahí, encapsuladas. Se pudren, detrás de la locura”.
La autora logra un libro que incomoda desde el principio, abruma y sorprende con simpleza. Nada es rebuscado.
Solamente dos cosas me faltaron -y esto es a gusto personal- una es con la disposición de la trama en la que me costó entender cuál era el objetivo del protagonista, y la segunda es el desarrollo breve de los personajes secundarios.
La lectura es ágil y no recomiendo leerlo por la noche si tienen el sueño liviano.
“A veces, uno tiene que cargar con el peso del mundo”.
“No entiendo por qué nos parece atractiva la sonrisa de una persona. Con la sonrisa uno está mostrando el esqueleto”.
”Estoy rodeada de muerte, todo el día, a toda hora, y señala las reses en las heladeras: Todo indica que mi destino va a ser este, ¿o te creés que no vamos a pagar por esto?”
“Siente que el aire se vuelve más liviano, pero los pájaros no se mueven. Todos lo miran con las alas abiertas”.
Sobre Agustina Bazterrica
Argentina, 1974. Escritora. Ha publicado los libros Matar a la niña (2013), Antes del encuentro feroz (2016) y Cadáver exquisito (2017), novela con la cual ganó la vigésima edición del Premio Clarín de novela. Es licenciada en Artes por la Universidad de Buenos Aires. Ha recibido el Primer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires por “Cuento Inédito” (2004/2005) y el Primer Premio en el XXXVIII Concurso Latinoamericano de Cuento Edmundo Valadés de Puebla, México (2009).
Sobre Julieta Ludueña
Argentina, 1991. Ha publicado Mariposas en el viento (2013), Cartas alquiladas (2019) y una antología en Wattpad. Escribe reseñas de lo que lee a su manera y aclara que no es crítica de libros, solo comparte sus reflexiones. En sus antecedentes con la cultura está su trabajo como asistente en el Domo Digital- Feria del Libro y el Conocimiento 2018 en la ciudad de Córdoba, Argentina. Colaboró con la revista argentina Ocio en la gestión de contenido para redes.
Material enviado a Aurora Boreal® por Julieta Ludueña. Publicado en Aurora Broeal® con autorización de Julieta Ludueña. Carátula del libro Cadáver exquisito © cortesía Alfaguara. Fotografía Julieta Ludueña © archivo personal. Fotografía Agustina Bazterrica © tomada de internet.
