Este cuestionamiento ambivalente es lo que devela Una porfía forzosa. El título reafirma dos necesidades insistentes: la del amor como primer y último sentido de la existencia humana, y la necedad (otra porfía) inquiriente del escritor de volver sobre las formas simbólicas para representar al ser humano, inerme y perplejo ante el avasallante caos de la vida superpuesta, empeñada en múltiples oficios y disparatados afanes; vida atópica, utópica e intemporal en donde la única tregua para emanciparse de la soledad y el absurdo equivale al mismo derrotero: el amor.
Gilberto Rangel Colombia, 1961. Coordinador del Programa de Licenciatura en Lengua Castellana y Literatura de la Universidad de la Amazonia en Florencia Caquetá. Licenciado en Literatura y Magister en Literaturas Colombiana y Latinoamericana de la Escuela de Literatura de la Universidad del Valle. Escritor de cuentos. Co-fundador del Taller Literario Botella y Luna (Cali Colombia). Catedrático de distintas universidades. 
Los cinco cuentos podrían valorarse desde su estructura narrativa, desde su hondura sicológica, desde su urdimbre sociológica, desde el esmerado estilo literario de su autor, desde la complejidad temática y, seguramente, desde la compleja relación de la tríada: literatura-realidad-autor. Sin embargo, como se trata de escribir un prólogo y no de realizar un análisis, sólo me ocuparé de presentar de manera aleatoria los rasgos que considero más representativos de las cinco historias, especialmente aquellos que nos permiten visibilizar la importancia de retomar el cuento como instrumento revelador y emancipador de la nueva complejidad social del hombre latinoamericano.
El primer asunto que llama la atención es su indagación en la cotidianidad del hombre colombiano medio, en las principales pulsiones de su vida: la muerte, el amor, la familia, los amigos, el erotismo y la violencia. Es justamente la ilusión del amor el resorte que anima a los personajes a continuar, a creer que aunque se hayan perdido 60 años, el des-Amparo atraviese el alma, los bichos se apoderen de la casa y corrompan el espíritu, la pluri-orgásmica pasión desborde las medidas y las formas del sexo o el implacable tiempo nos recuerde que somos carne de olvido, que, por encima de todas esas violencias, el amor siempre será el actante benefactor, el cómplice que garantiza otro día en la vida de cualquier historia. Esto, leo yo, es lo que traducen las porfías de Don Osorio. En este cuentiario el pretexto de narrar historias en las que el tema del amor pareciera ser el principal motivo termina por develarnos lo que podríamos llamar cinco historias de amor y otras violencias.
Óscar Osorio. Colombia, 1965. Es profesor Titular de la Universidad del Valle y es candidato a Doctor en el Ph.D. in Hispanic and Luso-Brazilian Literatures, del Graduate Center (CUNY), New York. Su tesis de Maestría Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón: de la incomplacencia al desencanto le valió una calificación Meritoria en la Universidad del Valle, Colombia. Ha publicado los libros: La balada del sicario y otros infaustos (2002); Historia de una pájara sin alas (2003); La mirada de los condenados (2003); Poliafonía (2004); Violencia y marginalidad en la literatura hispanoamericana (2005); Hechicerías (2008); El cronista y el espejo (2008), que obtuvo el XXXII Premio Cáceres de Novela Corta, España 2007. Hace parte de las antologías Encuentro 10 poetas latinoamericanos en USA (2003); Cali-grafías la ciudad literaria (2008); Voces y diferencias. Poesía (2009); Voces y diferencias. Relatos (2010). Es coautor de los libros Nueva novela colombiana (2004) y Yo hablo, tú escuchas, ella lee, nosotros escribimos, una pedagogía compartida (2007). También ha publicado ensayos, crónicas y poemas en revistas como Poligramas de la Universidad del Valle, Colombia, Hybrido de New York, Con-textos de la Universidad de Medellín, Colombia, Ciberayllu adscrita a la Universidad de Missouri (USA), Letras Hispanas adscrita a la Universidad de las Vegas (Nevada, USA), Revista Cronopio, Letralia y Aurora Boreal®. Su línea de investigación central desde hace algunos años es la literatura de la violencia en Colombia, siglos XX y XXI, tema sobre el cual ha dictado cátedras en las maestrías de la Universidad del Valle, Colombia, y de la Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia, y conferencias en distintos escenarios
En Una Porfía Forzosa se destaca la juiciosa laboriosidad del oficio narrativo reflejada en la pulcritud gramatical, en la exactitud de la estructura, en la eficacia de las figuras literarias y en la adecuada imbricación de los epígrafes y los intertextos poéticos. En las cinco historias, se cumple lo que al tenor de Giardinelli se denomina la importancia de contar el inagotable cuento del hombre y la mujer. Esta vez, ambos, condenados por su precaria y perversa movilidad, asidos a la noria del inextricable destino que los lleva y los trae a su antojo y, como a Sísifo, los condena a trasportar la dura roca del absurdo, albergando la ilusión del arribo definitivo (algún día) a la cima inalcanzable.
Este texto es una excelente pieza en la que el autor confirma dos hechos categóricos: uno, la evolución de su indagación temática; dos, su inagotable exploración del oficio de la escritura. Osorio ha publicado libros de poesía, ensayo, cuentos para niños, reportaje, novela. Ahora nos ofrece su primer libro de cuentos. Es evidente que, en los dos sentidos, el de la investigación y el de la creación, Óscar ha hecho bien la tarea. La "porfía forzosa" es, también, su inquebrantable vocación literaria.
Los invito, apreciados lectores, para que sean ustedes quienes hagan la lectura, el debate y la opinión sobre esta Porfía forzosa y constaten cómo la afirmación de Peri Rossi, en el sentido de que "el escritor de cuentos contemporáneos no narra sólo por el placer de encadenar hechos de una manera más o menos casual, sino para revelar lo que hay detrás de ellos", en el autor y los textos que ahora nos ocupan es ante todo un compromiso.
La importancia de contar el inagotable cuento del hombre y la mujer enviado a Aurora Boreal® por Óscar Osorio y Gilberto Rangel. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Gilberto Rangel y Óscar Osorio. Foto Gilberto Rangel © Gilberto Rangel.
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