El espacio del idioma castellano

luis fayad 010No hace más de cien años nos preguntábamos si en el continente americano tantos millones de hombres hablarían inglés. Es muy posible, pero pasado ese tiempo son más los que hablan castellano, incluida gran parte del norte. Su carrera, que ya es una razón para considerarlo importante, traslada por el camino a una cultura con sus nuevas artes e ingenios, con los resultados de un comportamiento, lo que es en general otro orden de la civilización. Nuevas palabras y nuevos nombres viajan apoyados en un idioma que desde hace mil años, en los versos de Gonzalo de Berceo, anunció las dimensiones que iba a tener en la creación literaria.

Después de esta inauguración el idioma se aseguró en los siglos siguientes, en los años de oro que fueron artífices de su madurez y de escritores indispensables en la literatura universal. Un proceso del que surgieron nuevos caminos para la comunicación, para las actuaciones y la filosofía expresada en la misma literatura. Un denso conjunto cultural que merecía divulgarse. En este aspecto, una de las mejores inversiones que ha hecho España en los últimos quinientos años es haber sembrado uno de sus idiomas en otra parte del mundo.

Reverdecido y florecido en su diáspora por nuevas tierras, más lleno de palabras y de giros y más preciso en su sintaxis, vuelve a unirse en uno solo, crecido, más rico en sonidos y estructuras del significado. Un idioma que se mueve en su interior y es estímulo para las expresiones literarias, tan renovadas en épocas más recientes en su lugar de origen y en los espacios de su extensión. En cada uno se ha creado un mundo propio que prueba la diversidad de un complejo íntegro en constante desarrollo.

Si su encuentro con idiomas que estaban en la etapa oral y con otros que iniciaban un método de escritura no fue de un completo acuerdo, en la actualidad se busca la convivencia en la que cada modo de hablar rescate y mantenga vivo un recuerdo, una cultura que sin proponérselo, con la sola influencia del lenguaje, ya es parte de las otras. Se rescatan los antiguos nombres del lugar y sus antiguas maneras de entenderse, de las muchas que desde antes, ajenas a un plan, se habían ido incorporado como dones que pasaron a ser propiedad legítima, y se aprovecha el beneficio de que tantos millones de hombres hablen un idioma común que los ayuda en su relación mutua y facilita el diálogo con otros mundos.

 


luis fayad 350Luis Fayad
Colombia, 1945. Periodista, cuentista, novelista y ensayista, cuya obra fue bien comentada por el crítico literario uruguayo Ángel Rama. Ha vivido por muchos años en países europeos y, particularmente, en Berlín, donde reside. Es autor de la célebre novela Los Parientes de Ester (1978), y entre sus múltiples publicaciones se encuentran sus novelas Compañeros de viaje (1991), La Caída de los Puntos Cardinales (2000), Testamento de un hombre de negocios (2004), Regresos (2014) y los libros de relatos: La carta del futuro (1993, 2017 por Editorial Aurora Boreal®), El regreso de los ecos (1993) y Un espejo después (1995, 2003, 2010 y en 2014 por Editorial Aurora Boreal®).

 

"El espacio del idioma castellano" enviado a Aurora Boreal® por Luis Fayad. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Luis Fayad. Fotografia Luis Fayad © Daniel Mordzinsky.

Suscríbete

Suscríbete a nuestro boletín y mantente informado de nuestras actividades
Estoy de acuerdo con el Términos y Condiciones