ALIRIO
En memoria del gran Artista Alirio Palacios
La divina Pastora de Araguaimujo
La que lleva en la cota una piedra de estigia y una flor en el pelo
Atestigua en el baho que cubre el meandro útil de Amacuro y su estigma
franqueada por la quebrada alta de la Orinoquia y testada atlántica que mortifica en olas
con azules los vientos del son del ser de una violencia racha que hunde las falúas
las maracas de las palmeras gimen azorando el sonido del hacha en eolo y centellas
Lo atestiguan el danto que asoma su majestad en la sombra de un araguato macho y un mono viudo que vira la figura del oso hormiguero con la tablina de la jicotea
Cruza la vez del pájaro sediente el oriente del medio con la repiquetera ensordinada de los pericos y opacan los tronales
por la alegría de diez cotuas
veintemil loros en concieto
siete piapocos y un conoto mudo que divisa la garza marinera y asombra la belleza la luz guanaguanare
En esa fiesta el rio de los ríos
Atildado del rizo en la desembocadura en Mánamo vacía sustento y hiedra
Palos que refunfuñan y el voraz cansancio de las aguas desde el rio Negro desde la piedra del cocuy
Reventando linternas en el abecedario de los desaguaderos del Caroní hacia abajo donde la piedra del medio hace señales de triunfo y garrapiña hacia el este en calma hasta el delta quien sujeta la espera del gran diluvio warao
Abrase visto el arpa sitibunda del morocoto alzado de laulau con sementeras de alivio al pescador quien sujeta del podio del condumio la sardinata plateada y hace de la cachama reluciente un haz de plata encima de la llama y una doncella de oro
En esta aureola flanqueada por centellas limones, palmitos y morichales
y yucales amargos
reventando la figura de soles enardecidos por el fuego los sebucanes machos entrelazados bajo el sostén de dos mujeres simples templando al mundo
En la torta de un casabe
Arriba cielo y más hechura
Abajo la medialuna verde del manglar
De vez en cuando un puma
Un caimán una babilla sola
Y un camino que lleva hasta un hogar
Allí en medio de la selva de un pueblo paraíso en El Volcán
En su máxima esencia la naturaleza
hizo que un ser humano extraído del vientre de todo ese misterio existiera
En una exhalación un hombre puro
Un artista viril y honestamente humano
Nació Alirio Palacios.
Hugo Figueroa Brett
En obra del Maestro Alirio Palacios
En el ser íntimo de los artistas
En la grandeza de saberse minúsculo mayor.
AURIO enviado a Aurora Boreal® por Hugo Figueroa Brett. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Hugo Figueroa Brett. Foto ©Hugo Figueroa.