Estación Neptuno

teresa iturriaga osaEstuvo paseando por las puntillas del mar. Un vestido de agua azul se movía con la brisa cubriendo las rodillas de la arena. La señora Kore veía a la gente en la playa, las familias reunidas en círculo, los enamorados en la orilla, las mesas llenas de niños disfrutando su vida con un espejo de colores, un regalo de risas envueltas en celofán color púrpura, lazos de sueños coronados por el sol, un ornato feliz. Y, sin embargo, ella pensaba que nunca había sido dichosa. Siempre tuvo la sensación de que le faltaba algo... Siempre. Incluso con sus hijos, nunca en plenitud. Siempre añoraba un no sé qué. Esa había sido su sensación desde niña. Por eso se fue de todas partes como alma en pena, sin dar un portazo de corta y rasga, sin atreverse a romper el cascarón, y así se le habían pasado los años... buscando y buscando, y el tren no llegaba y no llegaba. Y no llegaba.

Hasta que, de repente, un día se palpó la voz gracias a Rone.

A base de constantes peleas, amores y celos, desvaríos y locuras, es cierto... sin ninguna perfección, pero así y todo, había recorrido un camino de encuentro hacia ese lamento interior que siempre estuvo allí, rondándole la piel secreta. Se pasó el día desmigando su enfado y bendiciendo a aquel hombre, agradeciéndole a la marea el instante en que le conoció, porque sabía que todas las angustias y penas que le había ocasionado ese contraste, en realidad, no serían sino la antesala del magma que ya brotaba de su ser.

istambul 350Ahora era otra mujer. Se tocaba más adentro de la pose, alejada del simple formalismo, de la doctrina y de la moral, la señora Kore había aprendido a ser valiente y a apostar muy fuerte. Eso es lo que sentía. Sí, señor. Quería ir a buscarlo al final de la playa y rescatarlo del banco frente a la estatua sumergida del dios Neptuno donde solía sentarse a ver el atardecer. Y quería decírselo muy despacio, con un beso de amor teñido bajo la sombra de las sabinas.

Por todo, por todo, y más allá de todo.

 

teresa ituttiaga 002Teresa Iturriaga Osa
Doctora en Traducción e Interpretación por la ULPGC, ha participado en proyectos de investigación europeos como Euromed Heritage II / "Mediterranean voices"; Seminario del Departamento de Historia Moderna del CSIC, "España desde fuera"; "¿Verdades cansadas? Fabrication et emploi de stéréotypes sur le monde hispanique en Europe", Congreso de la Université de Cergy-Pontoise, el Instituto Cervantes de París y el CSIC. Publicación del libro Mi playa de las Canteras (2005). Traducción al español del libro Modou Modou, del senegalés Seydi Ababacar Mbaye (2005); Traductora de textos africanos en www.laveudafrica.com (2005-2006) y www.africainfomarket.org (2005-2007). En 2005 presenta el relato Hurto blanco en Orillas Ajenas. En 2006, Namoe en Hilvanes y, en 2007, El violín y el oboe en Fricciones. Publica Tu nombre es Véronique en el libro Que suenen las olas, una colección de relatos de escritoras canarias y marroquíes, de la que también fue directora y coordinadora, realizando con Leila Chafai la adaptación de los textos árabes al español. En 2008 presenta la colección en el Instituto Cervantes de Rabat. Gana el III Certamen Internacional de Poesía El verso digital 2008. Publica Juego astral, relatos de género fantástico. Primer premio del III Certamen de Poesía Encuentros por la Paz. En 2009 publica Yedra en vuelo en la colección Acordes armoniosos. En el libro El ojo Narrativo. Ecos [2] participa con el relato El mandala de Malick y en Doble o nada con el relato Tumulto de trazo y latido. Asimismo, su poesía se incluye en la antología Madrid en los Poetas Canarios. Ha trabajado en radio, prensa digital y revistas culturales; miembro de jurados literarios como el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y el Premio Canarias de las Letras. En 2010 edita Revuelto de isleñas, una colección de relatos sobre la escritura y la cocina. Con motivo del Día Internacional Contra la Violencia de Género, presenta su libro Desvelos, con relatos inspirados en las experiencias de mujeres de las Casas de Acogida del Cabildo de Gran Canaria. En 2011 publica su poemario Gata en tránsito, prologado por J. M. Caballero Bonald. Sus últimas publicaciones son Lavirotte al azar en la antología de relatos París (M.A.R. Editor, 2012) y Rosas rojas para María Walewska en la Antología Mujeres en la Historia (M.A.R. Editor, 2013). Recientemente, ha publicado en e-book el poemario Campos Elíseos en la editorial danesa Aurora Boreal.

Estación Neptuno enviado a Aurora Boreal® por Teresa Iturriaga Osa. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Teresa Iturriaga Osa. Fotos Teresa Iturriaga Osa © Teresa Iturriaga Osa.

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