Los Muiscas
La historia milenaria de un pueblo chibcha
Carl Henrik Langebæk
Editorial Debate
Páginas 309
ISBN 978-958-5446-60-1
2019
El libro de este bogotano, Carl Henrik Langebaeck Rueda, de padre danés y madre colombiana, profesor universitario, quiere ofrecer al público una visión general sobre los muiscas, un texto que no pierda el rigor en la interpretación, ni el valor de la teoría, y que destaque los aportes de la investigación rigorosa. Llegué al libro por una curiosidad porque quería saber algo más sobre el pasado familiar de mi abuela materna, nacida entre 1892 -1895 en la vereda de San Pedro del municipio de Villapinzón en Cundinamarca. Comienzo a descubrir más aspectos complejos del mundo muisca.
El libro Los Muiscas, la historia milenaria de un pueblo chibcha me clarificó y ordenó muchos datos sobre el mundo muisca de forma coherente. La lectura del libro me abrió nuevas perspectivas para entender a los muiscas con su sociedad y su territorialidad, gracias a las interpretaciones y posiciones personales y profesionales del autor como arqueólogo e historiador, sobre los cronistas, sus testimonios, los indígenas y los conquistadores. Pero, sobre todo, me ha ayudado para entender mejor a Colombia. Por todo lo anterior recomiendo su lectura.
El libro trata muchos aspectos del universo muisca, por ejemplo, el autor nos dice:
"Es necesario que comprendamos nuestros orígenes indígenas, españoles y afro y contar con información sobre cómo se organizaban, porque de ahí también podemos entender lo que somos.
En la sociedad muisca había un proyecto colectivo y los líderes trabajaban en torno a intereses comunales. Había diferencias sociales, pero no el abuso por parte de unos pocos.
Además, se resalta una estricta división de género en el trabajo y algunos entierros dejan entrever un prestigio notable de algunas mujeres y un sistema de filiación a través de la madre.
Sobre el matrimonio y la transmisión del poder, según el cual entre los muiscas la sucesión se hacía de tío a sobrino, por línea materna.
Los primeros “muiscas” llegaron desde antes de la aparición de la agricultura y la cerámica, provenientes de sociedades centroamericanas, que se desplazaron hacia Suramérica y se mezclaron con habitantes de esa región.
Los muiscas eran sobre todo agricultores y el cultivo del maiz era importante como alimento y especialmente como planta ceremonial y de ofrenda. La chicha estaba más asociada con borracheras en los cercados. La palabra maíz entre los muiscas era aba, para los cunas es oba u opa, para los u’wa es eba y para los actuales kogi, es aibi.
Los muiscas no han desaparecido. Los recientes estudios indican que se transformaron en campesinos y se mezclaron con población de origen europeo. De hecho, durante la conquista, este grupo transformó completamente su mundo, cuando las élites indígenas se incorporaron al mundo colonial.
Los grupos chibchas que se mencionan en el texto son: los arhuacos, los kogi, los ijka, los ette, los bari, los u’wa y los muiscas.
El autor presenta una interpretación sobre el cambio social, es decir de cómo se transformaron las sociedades prehispánicas a lo largo del tiempo. También le interesa entender tanto a los muiscas en su diversidad como el contexto de sociedades con las cuales compartieron un origen cultural, pero que a su vez eran diferentes".
El libro consta de dos partes: una sobre documentos, crónicas, diccionarios y gramáticas y la segunda parte, sobre arqueología. Como abrebocas, presento más apartes de la primera parte del libro, que ampliaron mi visión del mundo muisca y me pusieron a pensar:
Los cazadores recolectores
La llegada de los humanos a los Andes Orientales, sucede algo antes del inicio del Holoceno, hace aproximadamente unos 13.000 u 11.000 años. Los antiguos cazadores que precedieron a los muiscas quizás domesticaron el cuy o curí, y muy seguramente varias plantas (raíces y variedades de frijol); más tarde se introdujo la agricultura como forma de vida predominante, la cerámica y la vida en aldeas, procesos asociados en principio con una población que continúo siendo relativamente baja, pero mayor que en periodos anteriores.
Terminología
- Chibcha es un término que resulta inapropiado para referirse a los antiguos pobladores de los Andes orientales de Cundinamarca y Boyacá. El termino hace alusión a una familia lingüística y punto. O, dicho de otra forma: el principal criterio para hablar de un “mundo chibcha” es el lingüístico.
- Los muiscas eran parte de una “familia” o de un “mundo,” que abarcaba desde Honduras, Costa Rica y Panamá, hasta el norte y centro de Colombia. Los indígenas de lenguas chibchas del norte de Suramérica compartían el territorio con otras sociedades de origen muy diferente.
- Los conquistadores encontraron las siguientes poblaciones chibchas en lo que hoy es Colombia: taironas, chitareros, guanes, laches y muiscas1 .
- En algún momento, pueblos centroamericanos, que hablaban lengua chibcha (donde se originó esta lengua) se desplazaron hacia el norte de Colombia y llegaron a los Andes Orientales haciendo de estos su hogar. Pero esa es probablemente sólo parte de la historia, y una muy incompleta.
- Pero muisca tampoco es una expresión libre de problemas. Hoy parece tan natural hablar de los “muiscas” como los antiguos habitantes que encontraron los españoles en buena parte de los Andes Orientales, que olvidamos que se trata de un término acuñado por los propios conquistadores y que por lo tanto hay que tomarlo con reserva. Los muiscas no conformaban una unidad política o cultural y punto.
- En los primeros textos coloniales, se distingue a los indios “moxcas” para diferenciarlos de los panches, que vivían en la vertiente de la cordillera, hacia el río Magdalena. La misma fuente afirma, que había dos provincias moxca, la de Bogotá y la de Tunja. Algunas tribus se referían al antiguo territorio muisca como moxigua, que vendría a significar algo así como montaña, hogar o casa de la gente, lo que tendría sentido en términos mitológicos, puesto que, según algunas crónicas, los muiscas pensaban que la tierra reposaba en enormes postes de guayacán, igual que las casas ceremoniales. No hay prueba fidedigna, que entre los habitantes de los Andes orientales existiera un nombre en común que los identificara, un gentilicio inconfundible.
- Hay varios documentos sobre los muiscas que existen debido a un interés colonial por explotar la mano de obra indígena y conocer sus costumbres. Hay volúmenes enteros de aspectos demográficos y económicos, pero también hay gramáticas y vocabularios indígenas y escritos sobre creencias y narraciones, mitos y leyendas.
- En las sociedades donde los españoles implantaron exitosamente el sistema de encomienda a través del cual controlaban la mano de obra indígena, los misioneros europeos dispusieron de tiempo para aprender la lengua y sus costumbres y así elaborar catecismos y confesionarios.
- En algunos casos los españoles lograron aprovecharse de las élites indígenas para consolidar su poder y por lo tanto necesitaron conocerlas lo más detalladamente posible.
Testimonios coloniales
- Cuando se leen las crónicas españolas muiscas, cualquiera concluye que los muiscas eran gobernados por monarquías al estilo europeo.
La unidad básica de la organización social muisca fueron las llamadas “capitanías” por los españoles, las cuales a su vez podían ser mayores (sibyn) o menores (uta), ambas de filiación matrilineal. Una sibyn incluía varias utas, y varias sybin a su vez conformaban un cacicazgo o “pueblo” bajo el mando de un cacique, varios de los cuales se agrupaban en torno a un cacique mayor. - La estructura política a ojos del conquistador, no pudo menos que reflejar la propia: así, para dar un ejemplo el cacique de Tibacuy era como “condestable”, Guatavita y Ubaque eran como duques, el Suba como virrey y el rey de Bogotá.
- Lucas Fernández de Piedrahíta en su crónica, dice que el inicio de los soberanos muiscas es oscuro y comienza desde la aparición de Saguanmachica, el primer zipa en comenzar guerras de expansión, enfrentado sobre todo al cacique de Tunja; le sucedió Nemequene, cacique que prosiguió la guerra de conquista, sometiendo a caciques vecinos tan afamados como Guatavita. A Nemequene, también muerto en combate contra Tunja, le siguió Tisquesuza, quien, por supuesto, continuó el proceso de expansión iniciado por sus predecesores hasta ser sorprendido por la conquista española. Esta narración, repetida por otros cronistas, tuvo un enorme impacto en la historia de Colombia.
- Los españoles aseguraron, que los indígenas negociaban como judíos. Recordemos que en la sociedad española de la conquista existía un profundo sentimiento antisemita basado en la noción de que prácticas anticristianas, como prestar con usura, eran propias de esa comunidad.
- En buena medida, las ideas sobre los muiscas se han construido sobre las afirmaciones de los cronistas, y se han repetido una y otra vez como si se tratara de información confiable.
- Hoy es imposible leer esas crónicas sin una pizca de sentido crítico. Muchos describieron cosas que no vieron, otros vieron cosas que seguramente no entendieron ni pudieron describir.
Otros testimonios
- El poder de los antiguos caciques muiscas sirvió para justificar un legado andino, más específicamente bogotano, donde las élites se veían a sí mismas como herederas de una tradición política prehispánica.
- Los criollos neogranadinos, en el proceso de independencia, e intermitentemente desde ese entonces, trataron de basar la identidad nacional en los muiscas.
- Los líderes de la independencia se presentaron a sí mismos como vengadores de los indios, como si sus antepasados hubieran sido indígenas y los españoles les hubieran declarado una injusta y cruel reconquista.
- A los criollos les interesaba inventar viejas glorias de los muiscas para diferenciarse de los españoles.Y hoy, son algunos ambientalistas, los encargados de vender la imagen de los antiguos habitantes de los Andes Orientales como sabios ecológicos. En efecto, la apropiación del pasado muisca al servicio de los intereses de blancos y mestizos, sigue siendo un mecanismo poderoso para generar nuevas identidades.
¿Cómo se conformaron estos territorios muiscas? Esto lo encontrará el lector en los capítulos: alianzas matrimoniales y territorio, la guerra, el intercambio, ¿tributos o tamsas?, cercados y fiestas, y en las jerarquías y el orden de las cosas. Espero que los lectores se entusiasmen a conocer más detalles de este universo muisca, y usando palabras de Langebaeck, dejen la biblioteca y el archivo, se pongan las botas y miren lo que está debajo del suelo. ¡Langebaeck es un arqueólogo apasionado, que les contará sobre ese mundo y lo que sabe de los muiscas! De eso trata la segunda parte de este libro.
Nuevas interpretaciones de territorio y otras respuestas que nos ofrece la arqueología y el autor:
- Los muiscas, a la llegada de los españoles, eran el resultado de una larga historia de poblamiento complejo, con aportes de migraciones centroamericanas de grupos chibchas, pero también de sociedades de orígenes diferentes a lo largo de milenios.
- En el siglo XVI los muiscas no conformaron ni una unidad política ni una cultura uniforme, ni tuvieron una lengua idéntica.
- Los muiscas no fueron un imperio, ni una nación. Sin embargo había un territorio.
- Los muiscas se organizaban en territorios que tenían sentido, que no eran simplemente el resultado del azar, o de vínculos individuales entre ciertas comunidades y los caciques más importantes. La verdadera naturaleza de estos territorios, que no se pueden definir a partir de fronteras rígidas, tenía como eje principal el reconocimiento, que no es lo mismo que la subordinación económica ni el dominio político.
- No se ha demostrado la existencia de élites -en forma de antiguos linajes poderosos- que concentraran el poder económico y político. Los grandes asentamientos no parecen ser lugares donde los caciques lograron concentrar población para usarla como mano de obra. Estos eran sitios ceremoniales muy respetados objeto de pugnas y competencias, pero no enclaves de control y dominio político.
- La riqueza entre los muiscas no era acumulable, ni controlable.
- La naturaleza de la sociedad muisca invita a pensar en modelos de organización social que se escapan a la lógica de nuestra propia sociedad.
- Acercarse a mundos distintos es la experiencia intelectual y humana más fascinante que puede ofrecer el estudio del pasado.
Les deseo una lectura productiva e instructiva como me ocurrió a mí.
Nota
1. Nota mía al margen: Todos ellos hablaban dialectos del chibcha que en los últimos 6.000 años fueron evolucionando y diferenciándose entre sí, de tal forma que entre ellos no se entendían porque en esa época no estudiaban y cultivaban un “chibcha clásico” para que todos pudieran entenderse.
Alberto Camacho
Scout de Aurora Boreal
Material enviado a Aurora Boreal® por Alberto Camacho. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Aurora Boreal®. Carátula Los Muiscas, la historia milenaria de un pueblo chibcha © cortesía Editorial Debate.