Nunca fui primera dama - Wendy Guerra

nunca fui priemra dama 250Nunca fui priemra dama
Wendy Guerra
Ediciones B, S.A.
296 páginas
2008

 

La protagonista de esta historia singular, Nadia Guerra, nos lleva de la mano por los laberintos de una Cuba poco conocida para el lector. Cuenta su historia personal de “hija de la Patria” y al hacerlo, toma la voz de toda su generación. Los “hijos de la Patria” viven en busca de su propia identidad. Ellos no recuerdan a sus padres que estuvieron ausentes haciendo la revolución para darles a ellos una vida mejor… Geográficamente, viven en una isla que los separa del resto del mundo y donde “el país maravilloso sólo está en sus cabezas – un ideal flotante, un no – lugar, utopía encajada al centro del Caribe…”  Wendy Guerra, es una valiente escritora que merece que su novela sea leída para el deleite de los lectores que descubrirán a través de la historia de la protagonista, un estímulo para conocer la importancia de la música cubana en la vida cotidiana de los cubanos de todos los tiempos, así como una galería de personajes fascinantes, cuyas historias son testimonios llenos de autenticidad y que harán posible entender la Cuba de esa joven generación, que lucha por encontrar mecanismos para poder expresar su propia voz.

Wendy Guerra, cuenta la vida de la protagonista - Nadia Guerra. Divide la narración en 4 partes.

En la primera parte de la novela, Nadia Guerra es una artista que busca su propia identidad a través de los retazos que le proporcionan sus propias experiencias e indagaciones como cubana, “hija de la Patria.”

Así llaman a los hijos de la generación de aquellos guerrilleros que vivieron para la revolución. “La sostuvieron y formaron parte de la voz dentro del gran coro, que, como el padre de Nadia, solía decir cuando les preguntaban sobre sus expectativas futuras: “A mí no me espera nada, pero a mi hija sí le espera algo mejor.”

Nadia vive en la Cuba de un Fidel viejo, casi por retirarse y dejarle el mando a su hermano Raúl. La generación de Nadia es “…una generación de “Kamikasis” que quieren compartir las verdades personales. La necesidad individual de decir en singular lo que se piensa en plural…”

La madre de Nadia, locutora, tenía un programa de radio 20 años atrás que se llamaba “Palabras en contra del olvido,” donde se escuchaba la vieja música cubana, lo que hoy es Buenavista Social Club. La madre se va de Cuba porque se siente perseguida. No confía más en la revolución y se va de Cuba y deja a Nadia con el padre.

Nadia tiene hoy, el programa “La madrugada con nadie,” donde habla de forma individual sobre sus frustraciones, sus nostalgias y sobre la música cubana. Le suspenden el programa por no seguir las reglas – “No individualidad, sólo masa…” Se arma su propio programa “la hora de Nadia que distribuye entre sus amigos.

Nadia habla de muchos personajes de la revolución, pero el personaje más importante además de su madre, es sin duda Celia Sánchez, la asistente de Fidel, “quien en un anonimato casi total es el personaje femenino con más alta jerarquía moral y política de Cuba, sin que nadie cuestionara esa posición – sólo superada por Fidel y Raúl Castro…”

Los padres de Nadia “reconstruían un país dentro de otro país, sólo para Nadia.” Le habían puesto el nombre de Nadia (como se llamaba la esposa de Lenin) y que quiere decir “la esperanza". El país maravilloso sólo está en sus cabezas - un ideal flotante, un no - lugar, utopía encajada al centro del Caribe…

“…Mártir la madre, héroe el padre. Los hijos como Nadia no recuerdan a sus padres…” “Basta de adorar santos, dice Nadia. No debo nada a los mártires…”

Nadia se va de Cuba con dos becas: Una beca Guggenheim, pero al comienzo no le dan la visa para los Estados Unidos.

nunca fui priemra dama 375La otra beca es para estudiar arte en París. Se va en el 2006 a París. Más que el estudio, es una manera de ir a buscar a su madre. Durante los estudios, conoce a Saúl un artista catalán que se vuelve su amante y que le hace mucho daño.

Va a buscar su identidad a través de una lista de nombres de amigos de sus padres. Un amigo suyo de la infancia, Diego, la ayuda mucho también a través de una intensa correspondencia. Es un viejo amigo de la infancia., que es periodista. Encuentra a un examante de su madre, Paolo B., quien le dice que su madre vive en Moscú y está casada con un rico ruso. Va a Moscú, visita la tumba de Lenin, encuentra a su madre medio loca y regresa a Cuba.

La segunda parte, es el regreso a Cuba. Muere el padre en el olvido. El padre que la cuidó y que la protegió, después del abandono de la madre. Descubre a Lujo, artista cubano, bisexual, quien fue amante del padre y de la madre. Lujo hereda una casona junto al mar y allí se va a vivir con Nadia. Lujo es bueno; la protege y la mantiene. Lujo insiste en averiguar quién es el verdadero padre de Nadia.

La tercera parte, es el libro escrito por la madre de Nadia que cuenta su historia. La madre de Nadia tiene una hermana. Nacen en la base de Guantánamo pues su padre trabaja allí y allí viven. Son norteamericanos. Con la caída de Batista los abuelos norteamericanos abandonan Cuba y dejan a las hijas adolescentes en Cuba. Las dos hermanas son protegidas por Celia Sánchez, quien las lleva a vivir con personas de confianza. Así que las hermanitas gringas que nacen en la base de Guantánamo que no es Cuba pero que queda en Cuba, se vuelven brigadistas, comunistas y luchan contra el imperialismo. Hacen vida de revolucionarias, prestan su servicio de juventudes recogiendo café y por un accidente, la madre de Nadia regresa a la Habana, donde se encuentra con su hermana y con Celia Sánchez, quien las sigue protegiendo.

La madre de Nadia conoce a muchos personajes, entre ellos al Che Guevara.

Vienen en esta tercera parte, una serie de historias sobre Celia Sánchez, fumadora empedernida de Chestrefield. La fumadera, la lleva a la muerte más adelante. El día de su funeral se escucha por radio un testimonio de una gringa que pudo salir de Cuba y quiere agradecerle póstumamente a Celia su ayuda en momentos de dificultad en el pasado. Celia le había ayudado a salir de Cuba para salvar al hijo enfermo. Todo de la manera más discreta posible.

En “Ideas y notas”, hay varios artículos de la famosa revista “Bohemia”, entre ellos, un artículo del actor norteamericano, Errol Flynn, donde hace una muy buena descripción de Celia Sánchez y de Fidel.

Hay algunas confidencias sobre conversaciones de la madre de Nadia con Celia Sánchez, donde la madre de Nadia llama a Celia Primera dama y Celia le dice: “Yo nunca fui primera Dama…”

Se cuenta cómo Fidel se entera de la partida de Batista y otras cosas más…

En la cuarta y última parte del libro, Nadia termina de leer el libro de su madre que le hace rememorar el velorio de Celia al cual asistió con su madre, pero sin ver a Celia muerta. Con Lujo “desforran” los libros prohibidos de la biblioteca secreta de su madre, la cual ya está bastante enferma y con Alzheimer. Curiosamente, la madre “se despierta” y recuerda algunas cosas de su pasado revolucionario al oír al viejo Fidel hablar por televisión y ella sostiene un monólogo, donde le dice su opinión a Fidel sobre lo que él está diciendo en su discurso.

Paolo B. resulta ser el verdadero padre de Nadia. Esto es un trauma para Nadia pues ella tuvo relaciones sexuales con Paolo en París para sacarle información sobre su madre.

La madre de Nadia se bota al mar y muere ahogada.
Todos tristes.

 

wendy guerra 376Sobre Wendy Guerra
La Habana, Cuba, 1970. Ha escrito 6 novelas y 4 libros de poesía. Su obra narrativa ha sido traducida a 13 lenguas. Se graduó en Dirección de Cine en el Instituto Superior de Arte de La Habana y fue alumna de Gabriel García Márquez en su taller de guiones “Cómo contar un cuento”. Trabajó desde su infancia como actriz de televisión y de cine. Poeta y narradora, con su primera novela, Todos se van, obtuvo el Premio Bruguera, otorgado por el escritor Eduardo Mendoza. Su obra narrativa se ha incluido en diferentes antologías de literatura cubana. Ha pronunciado conferencias en universidades de México, Argentina y Estados Unidos, y colabora para diversas revistas. En 2010 fue nombrada Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres de la República francesa. Ha publicado las novelas El mercenario que coleccionaba obras de arte, 2018; Domingo de revolución, 2016; Negra, 2013; Posar desnuda en la Habana, 2010; Nunca fui primera dama, 2008 y Todos se van, 2006. En poesía ha publicado: Ropa interior, 2008; A Cage Within (Una jaula en el cuerpo), 2013, en inglés; Cabeza rapada, 1996 y Platea oscura, 1987.

 

Reseña enviada a Aurora Boreal® por Edimca. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Edimca. Carátula del libro Nunca fui primera dama cortesía © Alfaguara. Fotografía de Wendy Guerra tomada de internet.

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