Consuelo Triviño - Vivir en otra lengua: escribir la infancia

LH 41 250Resumen de la presentación de Consuelo Triviño durante el Festival de Literatura de Copenhague de 2015

 

 

Consuelo Triviño Anzola
Colombia. Narradora y ensayista, ha publicado Siete relatos (cuentos), Prohibido salir a la calle (novela), El ojo en la aguja (cuentos), La casa imposible (cuentos), La semilla de la ira (novela inspirada en el célebre polemista José María Vargas Vila), Una isla en la luna (novela), Letra herida (cuentos) y Extravíos y desvaríos (cuentos). La crítica más exigente ha valorado la alta calidad de su prosa y la tersa escritura en la que sostiene su prestigio.

 

 

Vivir en otra lengua: escribir la infancia

 

En este encuentro, que reúne a un importante grupo de escritores latinoamericanos residentes lejos del lugar donde nacimos, inmersos en realidades lingüísticas diferentes, se aborda el proceso de escritura desde un exilio espacial y temporal. Creo importante aclarar que nací en Colombia y desde hace más de treinta años resido en Madrid, España. En este país he podido escribir todos mis libros, pero hacerlo no ha sido sencillo porque, aparte de la solución de necesidades prácticas que aseguren esa “habitación propia”, el ejercicio ha requerido una mayor conciencia del idioma y un gran esfuerzo de comprensión de matices y sutilezas que determinan diferencias de fondo.
LH 92 350Me centro en mi primera novela, Prohibido salir a la calle, publicada en 1998. Hacerlo implica asumir no solo la distancia temporal de su gestación, sino su recepción posterior. Me detengo en aspectos como el punto de vista narrativo y el problema de la lengua y el idioma. Es decir, en la mirada y en la complejidad que plantea la elección de una lengua para expresarse dentro del mismo idioma. Entender que se hablan a la vez una misma lengua y un idioma distinto es el resultado del proceso al que me refiero e implica una toma de partido. Exige, en este caso, superar la falsa dicotomía entre un español neutro (panhispánico) y otro local (nacional o dialectal).
Asimismo abordo aspectos específicos de la escritura autoreferencial, o del yo, que se presentan entre luces y sombras, en una búsqueda de respuestas. Se trata del, a veces, doloroso proceso de construcción de la subjetividad y del desarrollo de una conciencia de género. A través de la escritura de esta novela regresé, desde los ojos de una niña de diez años, a la ciudad natal en su desarrollo y en los cambios producidos a finales de los sesenta y principios de los setenta. La mirada se proyecta al interior de un hogar, en las personas decisivas de aquel universo, empezando por el padre y la madre. No obstante, se escuchan distintas voces y consignas a través de las cuales se asientan una tradición y unos hechos históricos que, aunque no estén abiertamente expuestos, trazan los rasgos de nuestra personalidad.
En definitiva, punto de vista, conciencia de género y afirmación de la lengua desde la que se escribe se relacionan íntimamente. Desde la subjetividad femenina y desde la profundidad de la lengua fluye esta novela de infancia. Entre otras, su intención principal fue ofrecer un horizonte más allá del interés por lo social, por la geografía y por la época en que se inscribe. Se trata de mostrar con este ejemplo cómo es posible recuperar, por medio de la escritura, el jardín encantado de la infancia, y el país de origen, para cerrar con ello las heridas de eso que se ha llamado exilio pero que, en casos como el mío, no ha sido forzoso sino elegido.

 

Para leer más sobre el Festival de Literatura de Copenhague 2015 pulse aquí.

 

Material enviado por Consuelo Triviño Anzola a Aurora Boreal®. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Consuelo Triviño Anzola. Fotos Consuelo Triviño Anzola © Lorenzohernandez.

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