El escritor ante la barbarie

ulises carátula 152Sobre algunas frases de grandes escritores se han escrito verdaderos tratados, se ha desparramado toda clase de hermenéuticas, tanto, tan densas y presuntuosas que terminan por asfixiar la inicial intención de la frase, escrita para enfrentar una encrucijada personal o para exorcizar un fantasma del pasado. La frase de James Joyce " ya que no podemos cambiar el país, cambiemos de conversación" se ha prestado a fáciles simplificaciones, a enjuiciamientos apresurados por su presunta irresponsabilidad respecto a los graves acontecimientos que estaban sucediendo en Irlanda en la lucha del movimiento nacionalista por lograr la independencia de Inglaterra lo cual llevó a una larga y cruel guerra donde los nacionalistas terminaron por caer en el más despiadado terrorismo, por convertirse en una secta de fanáticos que consideró que quienes no los apoyaban se convertían en sus enemigos de manera que el número de víctimas civiles aumentó considerablemente. Uno de los primeros films de John Ford plantea la figura del traidor desde la perspectiva de códigos crueles que ejecutaban a sangre fría a quien consideraban como un desertor. La política convertida en un dogma transforma en fanáticos a sus seguidores. Camus en Los justos daría un implacable análisis de estos fanáticos capaces de convertir lo político en un acto delincuencial, de matar inocentes en un atentado con tal de "llevar adelante la causa"

La historia del IRA es la historia de un proceso que va desde lógica reacción ante los desmanes de un ejército invasor, ante el rechazo de imposición de una cultura metropolitana pero que en manos de exaltados derivó rápidamente hacia la justificación del terrorismo dejando a su paso una larga lista de horrores que terminaron por anular finalmente ante una consciencia civilizada las sanas intenciones iniciales de la lucha contra el invasor. De aquella ulises carátula 350literatura utilizada para justificar el crimen político no queda nada ya que la literatura es ante todo el espacio donde nacen y crecen las dudas y las preguntas, el espacio donde es posible crear una noción justa de Patria tal como lo hizo Yeats el gran poeta rescatando y articulando en los imaginarios populares las sagas de las leyendas celtas, es decir, legitimando la validez de unos valores que la cultura impuesta negaba, consideraba como primitivos. Joyce adolescente abandonó Irlanda y se marchó a Europa para vivir desde el exilio la tarea de "forjar en la fragua de su espíritu la consciencia increada de su raza" o sea para adentrarse en el laberinto de sus experiencias de vida, en la fonética que define modos de vida y costumbres ancestrales, resonancias de la palabras y que le servirían finalmente para crear una nueva lengua diferente al inglés. Cambiar de conversación significa en un creador como James Joyce eludir deslizarse hacia esa inanidad característica de corrillos de opinadores, de falsos intelectuales, de politiqueros de cafetería, donde presuntamente se habla de la realidad del país cuando en verdad se está cayendo en la ligereza, en el falso compromiso político.
Las responsabilidades morales ante un país que padece un conflicto armado no pueden reducirse a caer una y otra vez en trillados tópicos donde se termina por justificar la violencia y sobre todo el terrorismo, ni a exigir a los ciudadanos y a las clases pensantes doblegarse ante consignas vacuas, abandonando la tarea de la inteligencia de preservar la cordura que conduzca desde la libertad hacia la consolidación de una democracia. Joyce al contrario de los terroristas no justificó la tarea de destrucción sino que forjó un legado grandioso para los irlandeses, una lengua en libertad a través de obras maestras como Ulises.

 

Darío Ruiz Gómez
dario ruiz 015Colombia. Se graduó en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid en 1961. Estudios de Urbanismo y de Estética. Colaboró como crítico de arte y literatura en la revista Acento, fue director de las páginas culturales del periódico Hierro de Bilbao. A su regreso a Colombia ha sido colaborador de El Tiempo, El Espectador, El Colombiano, y actualmente es columnista de El Mundo. Fue durante treinta años profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Medellín. Miembro fundador de las Bienales de Arte. Tiene grado de Escritor de la Universidad de Iowa. Obra narrativa - Cuentos: Para que no se olvide su nombre, La ternura que tengo para vos, Para decirle adiós a mamá, En tierra de paganos, Sombra de rosa y vino. Novela: Hojas en el patio, En voz baja. Poesía: Señales en el techo de la casa, Geografía, A la sombra del ángel, La muchacha de la leyenda, En ese lejano país en donde ahora viven mis padres. Ensayos: De la razón a la soledad, Proceso de la cultura en Antioquia, Tarea crítica sobre arquitectura, Tarea crítica sobre literatura, Tarea sobre arte, Literatura, historia y circunstancia, Diario de ciudad. Ha publicado numerosos ensayos sobre urbanismo, teoría del espacio. Poemas y cuentos suyos han sido traducidos al inglés, francés, árabe.

 

Artículo enviado a Aurora Boreal® por Darío Ruiz Gómez. Pubicado en Aurora Boreal® con autorización de Darío Ruiz Gómez. Foto Darío Ruiz Gómez © Darío Ruiz Gómez. carátula de Ulises tomada de internet.

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