3 de enero. Me pongo a extraer del "Índice Analítico" de los pensamientos póstumos de Castilla del Pino los temas a los que dedica más entradas:
Los que más suman son Vida (la vida a secas y con sus manifestaciones de vida íntima, privada y pública y social, sobre lo que tanto escribió en vida) y Muerte, algo natural, pues ya se enfrentaba a ella y nos la deja como tema póstumo que yo recojo como pre-póstumo, haciendo ya mías dos de sus entradas: 149. "Escribir: no querer morir", que tanto se aplica a lo que estoy haciendo aquí, y la última, 844, con la que cierra el libro de su pensamiento póstumo: "¿Sabremos morir? ¿Sabremos morir perfectamente? Deberiamos saber morir", tema que como nos recordó Derrida es el central de la filosofía. Ojalá, en este Diario queden huellas de que he aprendido a saber esto.
Víctor Fuentes salió prófugo de la España franquista en 1954, y se considera parte del segundo exilio español. Anduvo por varios países europeos, con una permanencia de dos años en Inglaterra y, posteriormente, varios meses en Venezuela. Vive en Estados Unidos desde el otoño de 1956. En la Universidad de Nueva York, retomó sus estudios y se doctoró en lenguas romances en 1964. Desde 1965 ha sido profesor en la Universidad de California, Santa Bárbara, donde continua como profesor emérito, desde el 2003. Ha publicado números estudios sobre literatura española del siglo XIX y XX y sobre cine, y cine y literatura. Entre sus libros destacan: La marcha al pueblo en las letras españolas 1917-1936 (1980 y 2006), Buñuel en México (1993) y La mirada de Buñuel: cine, literatura y vida (2005). Ha publicado ediciones críticas de La Regenta y Misericordia (Akal). Bajo el heterónimo Floreal Hernández es personaje la novela Morir en Isla Vista, parte de una trilogía memorialista, cuyos otros dos libros, ya bajo su nombre, son: Bio-Grafia americana (publicado en el 2008, por la Fundación Jorge Guillén) y Toda una vida... Entre el exilio y el transtierro y Memorias del segundo exilio español (1954-2010)
Lo otros temas que se repiten en varias líneas de entradas, de 2 a 6, son también temas centrales de la vida y del pensamiento. Recojo los principales, pues a ellos tendré que volver en este Diario: realidad (y voy alfabéticamente de atrás hacia delante), recuerdo, rostro, pensar, otro. Se me había pasado, Otro (el otro, los demás) rebasa en una línea, con sus seis de entradas, al de la vida y la muerte. Parece coincidir Castilla del Pino hacia su final con Emmanuel Levinas que confiere al otro la preeminecia sobre el sujeto: ser para el otro, sacando al ser de su propia prisión. Sigo: mal, maldad, lectura, inmortalidad, interpretar, historia, hablar, felicidad, fracaso, éxito, errar, conocimiento, compasión, piedad, creación, admiración, acción, amistad, amor. Y con éste, AMOR, termino.
A Dios, le dedica cuatro líneas de entradas, aunque casi todas para negarle.Ya Buñuel decía que el ir contra la religión y la política demuestra la importancia de ambas. Curiosamente, aunque en vida Castilla del Pino si estuvo a favor del compromiso político, en el "Indice" de su pensamiento póstumo no aparece ni una sola vez la palabra "política". La que sí aparece con frecuencia, como acabo de mencionar, es la del Dios repudiado; quizá Éste se ha colado en su pensamiento para acompañarle en esos momentos cercanos a su muerte. "Y, tú, Víctor, que ni le niegas, pero tampoco le afirmas..". ¡Ah sí, me has pillado, ¡Dios mío!
Notas de un Diario pre-póstumo: 2012 enviado a Aurora Boreal® por el escritor y crítico Víctor Fuentes. Foto Víctor Fuentes©Isaac Hernández.