13 preguntas al escritor y poeta Armando Romero

armando romero venecia 250El poeta, narrador, ensayista, traductor y profesor universitario Armando Romero habló de su último libro de cuentos y compartió detalles de su obra con Oscar Jairo González Hernández.

 

1. ¿Qué va en su trayecto de formación y creación literaria de un libro como El demonio y su mano hasta La raíz de las bestias y qué relación hay entre estos dos y La casa de los vespertilios y por qué?


Armando Romero: La relación que se puede establecer entre estos libros es que obedecen a un impulso de experimentación con el cuento, tratando a veces de llegar a ciertos límites donde lo narrado se entremezcla con la escritura del texto. Es decir, que lo que se cuenta depende de cómo se escribe el cuento. Esta búsqueda se orienta por un principio de la mitopoyesis donde una palabra genera la siguiente, y así sucesivamente gracias a una atracción que los surrealistas llamaban azar fortuito. Tal vez en La raíz de las bestias, siendo cuentos cortos, la historia que se cuenta prevalezca. Sin embargo, todos los textos parten de la realidad de una imagen vertida en palabras-claves, que se resuelven a veces poéticamente, otras veces irónica o sarcásticamente.


2. ¿Considera que en ellos se mantiene y se incrementa en su narrativa la relación consciente e intencional con lo poético y por qué?


AR: Sí, el juego con lo poético es fundamental en mi narrativa porque la importancia está en el lenguaje y no en las formas o los géneros. Ahora bien, lo poético muchas veces genera un desorden que conlleva un caos intrínseco. Esto es muy peligroso, y creo que en algunos momentos el lector de mis cuentos de esta época, especialmente en la versión original de El demonio y su mano, necesita de una inmensa paciencia para no tirar el libro a la mesa de lo inútil. Solamente el que insiste, el que pasa por los tropiezos de cierta incoherencia en algunos de ellos, puede llegar a comprender que bajo el tumulto del caos hay un orden que conlleva una historia. La escritora venezolana Esdras Parra, quien fue una de las personas que abogó por su publicación en Monte Ávila Caracas en 1975, me decía que encontraba en cada cuento el germen de una novela. Pero volviendo sobre las teorías del caos, el escritor cubano Antonio Benítez Rojo, quien prologó una edición antológica de mis cuentos, hablaba de geometría fractal. El crítico Eduardo Pachón Padilla me sorprendió cuando al descubrir tardíamente mis cuentos me dijo que lo habían maravillado, y seleccionó de entre ellos el cuento "Neuronita" para su antología del cuento colombiano, el cual Eduardo García Aguilar también incluyó en su antología. Digo esto porque siempre fue para mí una sorpresa que me incluyeran en estas antologías. Un escritor como yo, quien se dedicó a experimentar tan atrevidamente con un género tan conservador como el cuento, pareciera no merecer este tipo de atenciones.


3. Richard Rorty sostiene que no hay ficción en realidad, y que la invención toda proviene del yo de cada escritor y de su historia: ¿Qué hay de usted o no involucrado con la relación realidad/ficción?


AR: En relación con mis cuentos no creo que tenga una respuesta muy clara con respecto a esto. No así con mis novelas, donde mi vida personal le ha prestado mucho al protagonista. Pero de los cuentos no podría decir lo mismo porque muchas veces desconozco el origen de una historia que se formó a partir de la conjunción de las palabras. Otras veces no, y sí hay una ligera relación que el lenguaje transforma o acomoda a su antojo. Es muy difícil definir que es el "yo" de un escritor, dado que todo escritor es un enfermo sano de esquizofrenia. Por eso también habría que revisar el concepto de "ficción" porque si lo oponemos al concepto de "realidad" las fronteras se tornan difusas. Todos los días vivimos entre ficción y realidad, así creamos que tenemos los pies sobre la tierra.


4. ¿En qué momentos o momento de radiación esencial (Peter Brook), concibió y se fue formando este libro de cuentos y por qué lo titulo: La raíz de las bestias?


AR: Creo que si un día aparece un crítico cuidadoso de los pasos que dan mis cuentos a través del tiempo, podrá comprobar que hay cambios dentro de las líneas experimentales que los marcan, pero que estas líneas experimentales tienden a agotarse dadas las limitaciones del autor. Esa creo fue la razón de que saltara del cuento semi-largo al cuento corto de La raíz de las bestias. Era también una aproximación al poema desde la narrativa, así como en mi poesía había hecho muchas aproximaciones a lo narrativo. Este proceso está signado por una constante insatisfacción con las formas. Una vez que creo haber logrado algo ya es buena hora de empezar otra aventura. Hoy en día escribo cuentos muy tradicionales como prueba de mi constante inconformismo. En cuanto al título salió de esa zona misteriosa que busca relacionar nuestro hacer con lo desconocido. Había en el libro muchos textos donde las bestias relucían, y tal vez de allí surgió el título, el cual tiene un color religioso al fondo.


5. ¿En qué forma y desde que perspectiva narrativa se propone usted realizar y desarrolla el mundo de lo surreal en este libro y por qué el surrealismo? (Calzadilla)


AR: Tal vez aquí debo ser algo autobiográfico. Mi vida ha estado marcada por el signo de lo surreal desde mi infancia, porque ¿a quien se le ocurre ir a nacer en un barrio de Cali, Colombia, en calles rodeadas de prostitutas y ladrones, vendedores de empanadas y fumadores de marihuana? ¿Y más si esta persona va a pasar los días en este mismo barrio leyendo a Proust y a Kafka? Todos los momentos claves de mi vida se deben a asociaciones libres con la realidad o al azar fortuito de los encuentros más inesperados. Es por esto que para mí el surrealismo, o la realidad así denominada, prevalece en mis textos que son un exudado de mi existencia. Juan Calzadilla, el poeta venezolano, siempre ha sido muy generoso con mis escritos, y comparto con él ese afecto profundo por el surrealismo. El, así como otros poetas que han acompañado mi vida, Juan Sánchez Peláez entre ellos.


6. ¿De qué surrealismo se trata en su narrativa y como lo hace evolucionar y lo dimensiona crítica y estéticamente en ella?


armando romero 355AR: El surrealismo para mí es más que una corriente literaria y artística de vanguardia. Es, como ya decía antes, una forma de vida. Yo veo la realidad como algo simplemente surrealista, y así se introduce en mis textos. Pero no es el surrealismo que quieren ver los que predican un realismo mágico, fantástico o socialista. Para ellos el surrealismo es una tonta escuela de juegos y malabares con las palabras, con el sueño o con las imágenes. Aquellos que creen saber todo sobre el surrealismo son los que lo desconocen profundamente. Para ellos se reduce a las asociaciones libres del inconsciente o a los "cadáveres exquisitos". Son por lo regular esas personas que nunca han dado un paso adelante, el que se abre al vacío, a lo inesperado. Para mí la falta de eso que se denomina surrealismo pero que es el compendio de lo vital, de la existencia, impide que la narrativa en Colombia salga de ese ritmo de lo ya bailado desde siempre: violencia, crónicas virreinales y de la conquista, sexo, sicarios y narcos, mujeres solitarias mirando por las ventanas, bailarines de salsa, secuestros, y todo lo que busca a un lector compinche, fácil amigo.


7. ¿Cómo relaciona usted este libro dentro del contexto de la literatura del cuento o relato breve, cómo y por qué, si hay o no relación con A. Bertrand?


AR: Ya quisiera yo tener relación con Monsieur Bertrand, decirle lo que me impactaron sus cuentos o poemas en prosa cuando los leí en México comiendo birria y pozole. Ojalá mis textos se puedan ver dentro de ese contexto del cuento breve. A pesar de que yo busco la experimentación, no por eso pretendo que lo mío esté fuera de los términos que marca la crítica para los géneros. Si estuvieran fuera no sería experimentación sino búsqueda de otra cosa, otras avenidas. Muchas veces estos textos se transforman en poemas cuando los leo, pero siempre conservan una historia como ese huevo que los barranquilleros le ponen dentro a las arepas.


8. ¿Qué tanto inciden e intervienen su escritura o no, las teorías literarias y sí éstas le son necesarias o no para desarrollar la tarea de escritor y por qué?


armando romero venecia 352AR: No, descreo de las teorías literarias aunque me gano la vida como un académico. Una vez un escritor muy pedante del Valle del Cauca me pidió, con buen sarcasmo, que le explicara qué era el estructuralismo y sus derivados teóricos. Le respondí lo que siempre he creído, que el estructuralismo se basa en que uno traza líneas en un tablero, curvas, rectas, triángulos, paralelepípedos, rombos y demás, luego toma una novela cualquiera, no importa que sea de Isabel Allende o de Samuel Beckett, y la empieza a meter en ese berenjenal de rayas hasta que ya no cabe más. Lo que sale es algo extremadamente inteligente, donde la señora Allende es tan buena escritora como Beckett. Como se puede ver, las teorías literarias son como las modas, van pasando por la pasarela con aplausos y ahí mismo desaparecen. A mí no me sirven para nada.


9. ¿Qué teoría literaria, si nos puede indicar y subrayar una en concreto, le interesa para irritar y excitar su narrativa y su ensayística y por qué?


AR: Ninguna, creo que ya quedó claro esto.


10. ¿Cómo se provoca y se realiza esa provocación en usted de ser o no su lector, y si requiere de otro lector, o usted es ese otro lector de sus libros y por qué?


AR: Este es siempre uno de los grandes problemas en la literatura, la autocrítica severa o el encaramelamiento con la propia retórica. El camino medio es muy difícil de precisar, y requiere de un desdoblamiento que muchas veces nos es inalcanzable. Otro lector es siempre útil, máxime si confiamos en la agudeza y cercanía con nuestro trabajo de este lector. García Márquez confió en Jomi García Ascot para su Cien años de soledad. Otros, entre ellos yo, confiamos en nuestras compañeras o compañeros, ya sean esposas o esposos, amantes, pero lo importante es que tengan un criterio propio y no piensen que conviven con un genio. Yo trato de ser muy exigente con mi trabajo y no hago concesiones a los posibles editores. Como no vivo de lo que publico, ni me interesa adquirir una fama a la Coelho-Allende, mi trabajo busca ser lo más honesto conmigo mismo, con lo que creo en la literatura.


11. ¿Qué sentido, constructo y naturaleza tiene para usted su biblioteca, en su formación y en su historia en medio de los libros y para qué?


armand romero 356AR: Mi biblioteca es una fuente inagotable de maravillas porque muchos libros me acompañan desde mis días en el nadaísmo. El otro día abrí un libro de Gide y estaba firmado por mí en 1961 en Cali. Tengo asimismo la edición antiquísima de Ulises en traducción de Salas Subirat, y las traducciones de Proust hechas por Pedro Salinas. Además me acompañan libros firmados por cientos de escritores latinoamericanos, europeos o norteamericanos. Ahora mismo estoy comprando cada libro que encuentro sobre el Monte Athos. Tengo una colección grande y valiosa para mí de libros sobre esta República Ortodoxa en Grecia. Pero más allá del objeto mismo, los libros son mis grandes compañeros, y sólo abrir uno de ellos es una gran aventura. Ellos han guiado mi vida. Yo no existiría sin los libros, a pesar de que hoy en día mis ojos no me permitan leer tanto como antes.


12. ¿Cómo se da y en qué medida es evidente o no los elementos, femenino y masculino en su literatura y que goce o no tienen y que insolencia proponen?


AR: A diferencia de otros escritores, no me siento capacitado para escribir una novela o un cuento desde el ángulo femenino. Para mí la mujer es un gran misterio que nos ilumina, porque ella es la fuente de la creación. Los hombres somos servidores de ese misterio, y así lo creían los antiguos griegos en Eleusis y en el culto de Atenas, y los cristianos en el culto de María, como se puede ver cuando uno visita los santuarios del Monte Athos. A veces hay un personaje femenino en algunos de mis cuentos, como en el titulado "El sueño elíptico de Dabaibe", de mi libro La esquina del movimiento, pero este cuento es un sueño con una realidad geométrica que va más allá de lo femenino o masculino propiamente dicho. Cuando escribía mi última novela publicada, Cajambre, me sorprendí al darme cuenta de que al final, el personaje importante de la novela era una muchacha negra llamada Ruperta, y que la novela como resultado final es un homenaje a nuestras muchachas del campo o la selva, explotadas por el abandono a que las somete nuestra sociedad.


13. ¿Es para usted la literatura una utopía y la utopía una forma de la literatura, qué podría decirnos sobre este tema y cómo su obra poética y narrativa se instala o no en este fenómeno?


AR: Creo que la literatura va más allá de la utopía porque ésta no es sino un tema literario, una manera de alcanzar lo irrealizable a través de las palabras. La utopía es un juego de nuestra imaginación, y puede ser muy bello. Pero no creo en la utopía como tal porque para mí la realidad ya de hecho es maravillosa, enormemente compleja, donde convivimos ángeles y demonios. Además la belleza, si viene a través de la utopía, se me hace muy aburridora. Por eso no creo en ella y me interesa poco, a la verdad. No es que yo sea un desesperanzado pero tampoco veo la esperanza como un cielo pintado de verde.

 

Sobre Armando Romero
casa vespertillos 350(Cali, Colombia, 1944) perteneció al grupo inicial del nadaísmo —movimiento colombiano de vanguardia de la década de los 60—. Viajó y residió en varios países de América, Europa y Asia, entre ellos México y Venezuela; también en Grecia donde escribió su primera novela, Un día entre las cruces (1993) y varios libros de poemas. Actualmente vive en los Estados Unidos. Entre sus libros figuran los poemarios Los móviles del sueño (Premio Mérida de Poesía, 1975), El poeta de vidrio (Caracas, 1979), A rienda suelta (Buenos Aires, 1991), Agion Oros- El Monte santo (Caracas, 2001), De noche el sol (Medellín, 2004) y Versos libre por Venecia (Venecia, 2010); los libros de cuentos El demonio y su mano (Caracas, 1975), La casa de los vespertilios (Caracas, 1982), La esquina del movimiento (Caracas, 1992) y La raíz de las bestias (México, 2005); y las novelas Un día entre las cruces (Bogotá, 1993) ; La piel por la piel (Caracas, 1997) y La rueda de Chicago (Bogotá, 2004), que recibió el Premio a la mejor novela de aventura en el Latino Book Festival (Nueva York, 2005) y fue finalista del Premio Rómulo Gallegos. Es también el antólogo del libro Una gravedad alegre. Antología de poesía latinoamericana al siglo XXI (DIFÁCIL, 2007) . Su obra ha sido traducida al inglés, italiano, francés, portugués, griego, árabe, rumano, hindi y alemán. Ha sido distinguido con el título de Charles Phelps Taft Professor de la Universidad de Cincinnati. En 2008 la Universidad de Atenas le nombró Doctor Honoris Causa. La revista literaria Aleph (Colombia) le dedicó un número crítico completo (160) a su obra. En el 2015 la Editorial Aurora Boreal® publicará una antología de los cuentos de Armando Romero.

 

Óscar Jairo González Hernández
Profesor Comunicación y Lenguajes Audiovisuales. Universidad de Medellín.

 

Entrevista  a Armando Romero enviada a Aurora Boreal® por Oscar Jairo González Hernández y Armando Romero. Publicada en Aurora Boreal® con autorización de Oscar Jairo González Hernández. Foto nr.1  Armando Romero © Archivo Aurora Boreal®. Foto nr.2 Armando Romero con la crítica italiana  Emanuella Jossa en Venecia 2014 © Archivo Aurora Boreal®. Foto nr.3 Armando Romero con el poeta y traductor Alessandro Romano en Venecia 2014 © Archivo Aurora Boreal®. Foto nr.4 Armando Romero con su esposa Constance Lardas y con el traductor e investigador literario Gustavo Alarcón en Venecia 2014 © Archivo Aurora Boreal®. Carátula La casa de los vespertilios cortesía Editorial Aurora Boreal®.

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