Ronda de las estaciones y otros poemas...

marie_050RONDA DE LAS ESTACIONES

Un coro de ranas saluda al que viene desde lejos.

Tres rosas trae, para la reina,

Cubierto de cenizas llega, como el tiempo,

La espada reposa en el zaguán,

Verde amanece en la colina del estero.

Bajo la sombra serpentean los recuerdos,

Nadie les dio cobija en el Otoño.

La reina duerme al conjuro de su encierro,

El vientre cubierto de hojas muertas,

Ay, del que acuda a perturbar su sueño.

Marié Rojas Tamayo. Ciudad Habana, 23 de mayo de 1963. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, Sección de Literatura Infantil. Licenciada en Economía del Comercio Exterior, Universidad de la Habana, 1985. Graduada de los idiomas inglés y francés. Libros publicados: Tonos de Verde, relatos, 2004 y 2005, Adoptando a Mini, novela, 2005, ed. Fundación Drac, Mallorca. De príncipes y princesas, relatos, 2006, Editorial El Far, Colección El Viajante, Mallorca. Cinco minutos a solas con las musas, relatos, Viaje a los astros, Locuras temporales, Algoritmos y ciudades, poemarios, Inventiva Social, Argentina, 2010. En busca de una historia, novela, Colección Mundo Imaginario, Editorial Andrómeda, España, 2011. Su obra ha merecido varios reconocimientos internacionales, los más recientes: Mención Especial en el Premio Lazarillo de Tormes, OEPLI, España, 2009; Premio Ana María Matute 2008 de Ediciones Torremozas y Segundo Premio de Novela Andrómeda de Ficción Especulativa 2008. Sus cuentos y poemas aparecen en más de 50 antologías internacionales. Varias de sus obras están siendo llevadas a la televisión, la radio y el teatro. Colabora con revistas, periódicos, proyectos culturales y páginas web del mundo. Dirigió la revista Dos islas, dos mares. Coautora de los libros-arte: Choco, El libro del taller de gráfica y Mujer, Soledad y Violencia. Asesora literaria del libro arte Andersen. Autora de las antologías internacionales: Criaturas mágicas, Travesía en el mar de los sueños y Homenaje a Hans Christian Andersen en su bicentenario. Fue promotora cultural y condujo talleres literarios infantiles. Nominada por el American Biographical Institute en el 2004 entre las mujeres destacadas por su relevante aporte a la sociedad. Miembro de Honor de la Academia Brasileña Virtual de las Letras, ABVL.

La puerta de cristal se quiebra como hielo,

Él, tornándose manjar de sandios,

Saborea el placer de ser veneno,

Ausente de matices y de afanes,

Perdida remembranza de otro Invierno.

 

¿Dónde quedó el aroma de los velos,

El beso prometido, el hálito de la Primavera?

La memoria se torna cruel boceto...

Ella abre los ojos y sonríe,

De su capa caen flores de embeleso.

 

El coro calla, brota el agua del venero,

Fluye del légamo una oscura eufonía...

Renace en el marjal la sombra del destierro,

Verano sabe más de lo que esconde,

El enigma insondable del deseo.


EL DÍA QUE MURIÓ LA MAGIA

 

La segadora de musgo marchó callada,

Cabizbaja, mustia, deshojando olvidos.

 

Las nubes ennegrecieron a su paso,

El bosque quedó solo sin sus ritos.

 

Anduvo tras la huella de su escarcha,

Sin pensar, sin sueños, sin motivos.

 

Pobre criatura, tan sola, tan lejana,

Tan llena de ensalmos, de prodigios.

 

Desanduvo los caminos de la suerte,

Renegó de todos sus hechizos.

 

Se hizo una con el arce huraño,

Enterró en sus raíces el abismo.

 

Dejó junto al tronco su descanso,

Sus lágrimas, su hoz, su tiempo detenido.

 

Dejó pasar las horas, reanudó su marcha,

No volvió la vista atrás, más bien no quiso.

 

Por no mirar, no vio el árbol seco,

Que a su paso, tornose florecido.

 

 

PROYECCIONES[1]

 

 

El paisaje es un estado del alma

 

Diario Íntimo

Henri Frédéric Amiel

 

El sol que se niega a amanecer,

Las penumbras de Umwelt al acecho.

 

La melodía que anhela mis incurias,

La lluvia que transpone mis espectros.

 

Las olas que lloran mi abandono,

El laberinto que pierde mi sendero.

 

Los árboles que encubren mis temores,

Las ventanas que se cierran a mis céfiros.

 

La luz que ciega tus visiones,

El aroma que roba tus recuerdos.

 

El reloj que enmascara las horas,

La cita que yerra el día en que te espero.

 

Las palomas que abandonan sus nidales,

Tu imagen que ocultan los espejos.

 

Las cartas que extravían mis respuestas,

Los manes que disfrazan el deseo.

 

La piedra que rueda a tus pies,

Los peces suicidas que muerden el anzuelo.

 

Tu amor por mí,

¿Tus sueños?

[1] Proyección (psicología), mecanismo de defensa que consiste en atribuir a otros, y en general al mundo exterior, motivaciones que se rechazan o no se reconocen en uno mismo.

Material enviado a Aurora Boreal® por Marié Rojas Tamayo.

 

 

 

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