Sonia (y) la cucaracha

cucaracha 250A las tres de la madrugada, Sonia se volcó hacia el baño, “Esta cuca, irritada, no me deja dormir”. Al ir a tirar de la cadena del vater, “¡Qué asco!”, pero del fondo la taza la detuvo un susurro de voz, empañada de miles y miles de siglos, “Detente, bípedo, no quieras cometer otro de vuestros crímenes. Ya te vi antes de acostarte dando el mortal escobazo a la araña del techo, aunque para mi, ¡inmortal reina del mundo animal!, esto tan solo sería una ducha, aunque no me gusta dármelas a estas horas. Solo quiero beber un poquito de agua en esta noche calurosísima. Escucha y a ver si esto te hace olvidar la irritación. Soy la cucaracha en que se trasformó Kafka en su cuento. ¡Qué felicidad, dejar la naturaleza humana, y desalojar la pesadísima computadora de vuestro cerebro, mecanizándose ad infinitum y que alegría no tener que seguir aguantando a tal padre y amarrado al banco de la literatura del absurdo y a, la más absurda, angustia humana. Y ser, simplemente, bio, sin el fardo de vuestra cultura de tantos genocidios! Creo que él hasta se suicidó para que yo pudiera vivir esta vida de felicidad cucarachil sin el peso de sus restos, pero me dejó el habla. ¿Cómo he llegado a este abrevadero piscinal californiano? Oye, pues:

Para acortar la larguísima historia de milenios y milenios, te diré que disfrutando con mis hermanas en las ruinas del Berlín nazi, disculpa se me ha quedado en el habla rastros del lenguaje político vuestro, no sé de qué modo quedé atrapada en la mochila de un soldado norteamericano-chicano y llegué a México. ¡Qué bien lo pasé con las oriundas hermanas cucarachas aztecas, que con un mohín, se había quitado de sus espalda los tres siglos de la colonia y lo restante del México moderno, y lamentaban tanto que alguna de ellas, siglos ha, emigraran a Europa! Pero un día me encontré, con algo inaudito entre nosotras, una triste hermana, la embrujada por algún sádico chamán, aquella de “La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar, porque le faltan, porque no tiene…” Me rogó, ya que ella carecía de las patitas de atrás, que la llevara hasta San Diego, pues quería rescatar a una hija suya que cayó en los bártulos de un inmigrante. Te digo esto en habla para que lo entiendas, pues nosotras nos entendemos sin tener que hablar. Además, no tenemos ni hijos ni padres, ni género masculino.  La dejé al cruzar la sin-frontera, y como somos tan correderas, en un dos por seis, las de mis patitas, más veloces que la alas de los pájaros, llegué hasta tu vater-piscina, Y se acabó. No, no tienes que tirar de la cadena, yo misma me zambullo para encontrarme, por vuestras cenagosas tuberías, en el paraíso de nuestro cucarachero”.

Más tarde en la cama, a eso de las 5 a.m., Sonia sintió que sus piernas se estaban convirtiendo en unas patitas desenfrenadas. “¡Qué felicidad vivir la metamorfosis! Se levantó y con sus seis patitas, se volcó hacia la taza del retrete, y, como si fuera una campeona olímpica de salto de trampolín, pero mucho mejor, una milésima, milenaria cucarachita se zambulló en ella.

 

victor fuentes 055Víctor Fuentes
Salió prófugo de la España franquista en 1954, y se considera parte del segundo exilio español. Anduvo por varios países europeos, con una permanencia de dos años en Inglaterra y, posteriormente, varios meses en Venezuela. Vive en Estados Unidos desde el otoño de 1956. En la Universidad de Nueva York, retomó sus estudios y se doctoró en lenguas romances en 1964. Desde 1965 ha sido profesor en la Universidad de California, Santa Bárbara, donde continua como profesor emérito, desde el 2003. Ha publicado números estudios sobre literatura española del siglo XIX y XX y sobre cine, y cine y literatura. Entre sus libros destacan: La marcha al pueblo en las letras españolas 1917-1936 (1980 y 2006), Buñuel en México (1993) y La mirada de Buñuel: cine, literatura y vida (2005). Ha publicado ediciones críticas de La Regenta y Misericordia (Akal). Bajo el heterónimo Floreal Hernández es personaje la novela Morir en Isla Vista, parte de una trilogía memorialista, cuyos otros dos libros, ya bajo su nombre, son: Bio-Grafia americana (publicado en el 2008, por la Fundación Jorge Guillén) y Memorias del segundo exilio español (1954-2010) . Su última publicación es Buñuel, del surrealismo al terrorismo, (Editorial Renacimiento, Colección Los Cuatro Vientos, 2013). Acaba de publicar sus libros, California Hispano-Mexicana. Una nueva narración histórico-cultural, y la novela To Die in the USA. A fictional memories of a Spanish exile.

 

"Sonia (y) la cucharacha" envaido a Aurora Boreal® por Víctor Fuentes. Publicado en Aurora Boreal® cona utorización de Víctor Fuentes. Foto Víctor Fuentes © Issac Hernández.

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