LA CASA DE LOS GRILLOS

Los aromas ceñían los cuerpos transeúntes de mi infancia
Servían para dar gracias
Para hacer conjeturas de falsas promesas
De ahí se hizo el patio
Y los jardines de inocencias
Las auroras confundían el pasar eterno
de los días
Las ideas hacían camas para reposar nuestras almas.

Pasó el tiempo
Y los grillos hicieron de esta casa
su aposento
Todas las noches cantan
Suelen caminar a pasos lentos
Por los pasillos y los cuartos
Para ver si la gente cuida de ellos

Al caer la noche todo comienza
como un primer día
En un sitio que no conoces
Pero sabes
Que si duermes en este hogar
Donde la niñez sigue rondando
las edades más profundas
Verás que siempre
Estarás acompañado por un grillo.

Samuel Hugo y Laurencio

Un día la mujer que tuve y me ayudó con la casa
se detuvo al pasar y me encontró llorando
y
me dijo una de las pocas frases de amor que me han dicho en la vida
me dijo
golpeándose la cabeza
porque sufres tanto
porqué lloras ahora
qué te pasa
levanté un papel de cuaderno y en lápiz estaba escrito con letra de niño de diez años
La Casa de los grillos
el poema más bello que jamás se haya escrito en lengua castellana
Ella se arrodilló y lloró conmigo
hizo su bulto y se fue

Después Samuel se hizo cocinero porque a nosotros
los hombres de la casa hacemos funche y agarramos las ollas y las volteamos y sabemos hacer mute y revuelto de gallina
y pitisalé
Ahora Samuel ya no es un niño y un día que era el día del padre hizo un libro con recortes y papeles torcidos y lo cosió con una pita de carreto y lo envolvió en periódico
hizo un libro y se apareció Caupolicán y mientras le servía un trago se sentó en una mecedora y le di el libro
El Caupo se puso a llorar y tiró el librito al jardín y el Caupo que era poeta como Samuel Hugo y Laurencio dijo
Yo he tardado tanto para encontrar un verso un versito apenas y no lo logro
y este niño te regala este libro repleto de Poesía
Y sigo llorando en este instante que escribo mientras Antonín en la otra habitación duerme de la misma enfermedad que se muere esta casa
de poemas y ladrillos
Antonín dice--

El unicornio de raza oscura

Entre un sueño y otro sueño siempre hay poesía y colores
En un formato blanco de alcance infinito se desprenden
pedazos de neuronas y se mancha la velada
con dos letras por cada latido que da el corazón
Este fueguito me está gustando
dijo mi padre empotrado a la cocina
como fosil que petrifica su ego en la roca del rio
El bacalao espera con ansias el baño de caldero vegetal
Están cayendo tres palabras por latido
Dos por suspiro
Una por olor
El unicornio de raza oscura nunca respiró
Observó el rayo de luz que mostraba su agujero
y como los verdaderos guerreros decidió no cruzar el muro común
sino desprenderse en alma
expulsar la carne
y jugar con la linea del pecado y la placenta
hasta llegar donde debe estar un angel.

y así me encuentra la mujer de la que hablé en el piso
Antonín de cinco años me dice
te voy a explicar lo que es la poesía
Yo, me me he leído a Leopardi y a su alumno Ungaretti dije dime
y me lo habló levantando sus dos manos y se murió el enfermo
y ahora qué
Antonín me ha explicado lo que es la poesía
Maiakovsky es un bolsa y Essenin es un loco junto a Cumming y Pound
de manera no casual
salgo a la calle con las medias sentadas
la mirada de buitre y la lengua de tierra mucha tierra
salgo a matar
y no se lo que busco

Y maldigo vivir entre poetas
y maldigo no seguir viviendo
y maldigo
que hayan crecido
que ya no tengan los años cuando escribían de niños
ahora
son hombre que hablan duro y me respetan como si yo fuera su padre verdadero
He sido estotro
un pedazo de palo donde se han meado ellos
y se siguen meando
y se emborrachan como si eso fuera bueno
y preñan mujeres
como quien rezara
y llegan y no estoy
por eso me sientan y me dan una poquita de su agua

Y me dicen

Tu te acuerdas papá del guacamayo?

La casa de los grillos enviado a Aurora Boreal® por Hugo Figueroa Brett. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Hugo Figueroa Brett. Foto Hugo Figueroa Brett © Hugo Figueroa Brett.