Libros

senora conquista 152La señora de la conquista
Novela
Víctor Montoya
Páginas 136
Grupo Editorial Kipus
2016

 

 

 

 

La señora de la conquista o el poder del lenguaje

Bajo este título La señora de la conquista, Víctor Montoya publica una nueva novela, cuya primera edición, bajo el sello del Grupo Editorial Kipus, sale en junio de 2016. Víctor Montoya es un escritor boliviano de extraña trayectoria. Joven aún, muy joven, fue torturado por los regímenes dictatoriales militares y gracias a Amnistía Internacional es liberado y llevado a Suecia en calidad de exiliado. Mientras estuvo en Suecia, nunca olvidó a su país y escribió varias obras con temática boliviana, vinculadas con su vida de exiliado, como Cuentos violentos, Ediciones Luciérnaga, Estocolmo, 1991; El laberinto del pecado, Ediciones Luciérnaga, Malmoe, 1993; Cuentos de la mina, Ediciones Luciérnaga, Estocolmo, 2000; Entre tumbas y pesadillas, Editorial heterogénesis, Lund-Suecia, 2002; Cuentos en el exilio, Ed. Kipus, Bolivia, 2011 y otras obras más que no mencionamos en este artículo.

Al trabajar en Suecia en una biblioteca, se vinculó con la literatura infantil, lo que le sirvió de base para escribir el libro Literatura Infantil, Lenguaje y Fantasía, libro pionero en su género en Bolivia. Este conocimiento de la literatura infantil le valió para ser invitado a escribir la presentación principal del Diccionario de Literatura Infantil de la editorial SM, obra de trascendencia internacional y para ser invitado también a co-dirigir el Boletín Vuelan vuelan de la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil. Ahora nos sorprende con La señora de la conquista, Editorial Kipus, novela ubicada en territorio azteca-maya y en tiempos del descubrimiento de lo que sería América y la hazaña mayúscula del encuentro de las culturas indígenas con la española. Montoya recupera un personaje fundamental de la conquista del imperio de los mayas y de América: la Malintzin.

senora conquista 350La Malinche, como se la conoce en la historia, ha tenido cuatro nombres: Malinalli, nombre de nacimiento, Malintzin, al ser rechazada y vendida por su madre, Malinche, sinónimo de traidora que trajo mala suerte y Marina, nombre cristiano con el que se la bautizó. La Malinche ha sido la rueda viva, el fuego imaginativo y real, para muchos novelistas que la han interpretado desde distintas perspectivas y la han odiado o la han amado. Esta presencia en tantas obras escritas sobre ella prueba su vitalidad.

Malintzin es la intérprete de lenguas indígenas para el español Cortés, el osado conquistador, es la amante seductora de Cortés y la que informa a Moctezuma que Cortés es un ser humano y no Quetzalcoatl, el dios que vuelve, es el principio del mestizaje, la visionaria de lo que realmente sucedía al fondo de aquella hazaña, la fuerza de mujer indígena frente a la lujuria española, la víctima de la Conquista, la gran traidora, también la heroína, símbolos todos del primer encuentro entre culturas y sangres, etc.

La Malintzin es un tema inacabable. Así que, atreverse a acercarse a la Malintzin, es un desafío y un derecho que se atribuye Montoya.

Un pequeño texto, muy valioso al respecto, es “Apología de Malintzin” del escritor nicaragüense de hoy, Lizandro Chávez Alfaro, que desde un breve ensayo busca darle el sitio que le corresponde frente a la históricamente maldecida Malinche. Tomamos unas frases: “Hicieron de ella la endemoniada culpable de todos los males de la conquista”, y sigue: “…desde el arbitrario poder masculino seguimos cobrándole a aquella Malintzin, el atrevimiento transgresor del mandato -que de sus dueños originales había recibido: ser tortillera- concubina y nada más; nunca se le mandó ser protagonista de nuestra semienterrada historia de latinoamericanos, de mestizos…”. Montoya se acerca a ese reclamo de Chávez Alfaro, posiblemente sin conocerlo. La Malintzin es la admirable protagonista de nuestra historia de mestizos. Inicia el relato del nacimiento de Malinalli en ese territorio misterioso de presagios, vinculada con los mitos indígenas, huracanes, fuego, jaguares, serpientes, sacerdotes indígenas, astros. Descripción altamente poética, sin duda no registrada en textos de la época, aunque, por ejemplo, debía haber mucha admiración en el cronista español Bernal Díaz del Castillo, que nombra a la Malinche, por su importancia, centenares de veces en sus crónicas. Pensamos que jamás con el lenguaje de Víctor Montoya, enérgico, poético, poblado de enigmas y mitos, jamás se presentó así la niña misteriosa que nace para cambiar el mundo.

Son magníficas algunas escenas como las de la yegua, la montura de la Malitzin, ella sobre la yegua, vigorosa, inteligente, magnífica en carnes, debilitando a Cortés. La mujer habla maya, náhuatl, aprende fácilmente el español. Muchísimas y bellas narraciones, leyendas indígenas se entrelazan al relato histórico de las peleas de los conquistadores entre sí, con Pedro de Alvarado saboteando a Cortés y otras informaciones de ida y vuelta desde y hacia Cuba, que se había constituido como centro de organización y administración de la conquista española. Hacemos un alto para subrayar las múltiples escenas de amor entre la Malintzin y Cortés que son tratadas con un poético erotismo, imposible de ejemplificar mostrando un fragmento solamente. Anotamos algunas páginas para el interesado lector, 34-5, 74-5.

El tono narrativo y la temática de enfrentamientos de cuerpo a cuerpo entre indígenas y españoles, recuerdan las descripciones épicas de La Ilíada. La novela entera se mueve en una atmósfera de enfrentamiento. La historia de la Conquista ha sido investigada una vez más por Montoya y hay que contarla. La abundante información histórica y legendaria, son su fuerte. Poquísimos diálogos. Ningún soliloquio, territorio de la imaginación del interior de personajes al que Montoya decide no ingresar. Opta por apasionadas descripciones del esplendor de Tlatelolco, de Tenochtitlan, de la fuerza de Moctezuma, de las danzas guerreras y los sacrificios humanos, de la tortura a fuego de Cuauhtémoc. Montoya es un creador de una atmósfera vívida de una época perdida.

En una carta destinada al Rey de España, Hernán Cortés había expresado: “Después de Dios le debemos esta conquista de la Nueva España a doña Marina”, nombre cristiano con el que había sido bautizada la Malitzin y que coincide con la propuesta de Chávez Alfaro. Fue la “protagonista de nuestra semi-enterrada historia”.

La novela es también un elogio al poder del lenguaje que uniría o separaría a conquistadores y conquistados.

 

gaby vallejo 350Gaby Vallejo Canedo
Bolivia, 1941. Novelista, cuentista y educadora. Licenciada en Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Simón, de Cochabamba. Integrante de la Unión de Poetas y Escritores. Impulsora de la literatura infantil y promoción de la lectura. Miembro de la Academia Boliviana de la Lengua. Su novela Hijo de opa (Premio Erich Guttentag, 1977) fue llevada al cine con el nombre de Los hermanos Cartagena por el cineasta italiano Paolo Agazzi. Es autora de una extensa obra literaria; en novela: Los vulnerables (1973), Juvenal Nina (1981), Mi primo es mi papá (1989), La sierpe empieza en cola (1991), Con los ojos cerrados (1993) y Encuentra tu ángel y tu demonio (1998); los cuentos: Detrás de los sueños (1987), Sí o no. Así de fácil (1992), Amor de colibrí (1995) y Del placer y la muerte (2007); en ensayo: En busca de los nuestros (1987) y Leer: un placer escondido (1994).

 

Víctor Montoya
victor montoya 350Bolivia, 1958. Escritor, periodista y pedagogo boliviano. Reside en Estocolmo. Escribió su primer libro en la cárcel. En enero de 1977, por gestiones de Amnistía Internacional, recobró su libertad y consiguió asilo político en Suecia. Es colaborador de publicaciones en Europa, América Latina y Estados Unidos. Su obra principal, en el género del cuento, la novela, el ensayo y la crónica, aborda temas de honda preocupación humana y compromiso social. Sus cuentos han sido traducidos y recogidos en antologías nacionales y extranjeras. Bibliografía: Huelga y represión (1979), Días y noches de angustia (1982), Cuentos violentos (1991), El laberinto del pecado (1993), El eco de la conciencia (1994 y 2015 en Editorial Aurora Boreal®), Antología del cuento latinoamericano en Suecia (1995), Palabra encendida (1996), El niño en el cuento boliviano (1999), Cuentos de la mina (2000), Entre tumbas y pesadillas (2002), Fugas y socavones (2002), Literatura infantil: Lenguaje y fantasía (2003), Poesía boliviana en Suecia (2005), Retratos (2006), Cuentos en el exilio (2008), Conversaciones con el Tío de Potosí (2013) y La señora de la conquista (2016).

 

Reseña enviada a Aurora Boreal® por Gaby Vallejo Canedo y Víctor Montoya. Pubicado en Aurora Boreal® cona utorización de Gaby Vallejo Canedo y Víctor Montoya. Foto Vícotr Montoya © Víctor Montoya. Foto Gaby Vallejo Canedo © Gaby Vallejo Canedo. Carátula de la novela La señora de la conquista cortesía Grupo Editorial Kipus.

 

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