Libardo Garzón Murillo - siempre con nosotros

Para Birgitta y Linnéa
los amores de su vida

Eran los últimos años de la década de los ochenta cuando encontramos por primera vez a este artista multifacético en una calle de Sebucán, la Julio Urbano, en un apartamento de tercer piso en Caracas. Allá tenía su taller de pintura, joyería y escultura. Nos invitó a una gran cena, que él mismo preparó, porque también era un maestro de la culinaria. Y ahí estaba también Bitan, su gran musa, mecenas  y compañera de toda la vida. Entre acuarelas, noches de tango con personajes exóticos, meditación y el verde del gran Ávila, Libardo Garzón Murrilo, artista colombo-sueco preparaba su obra plástica que recorrió el mundo. Le vimos exposiciones en Nueva York, en Buenos Aires, en Bogotá, en Caracas, en Estocolmo, en París, en Odessa, en Tucumán, en Uppsala, en Kiev por mencionar las que ahora recuerdo. En una visita a Buenos Aires, en alguna oportunidad a inicios de los 90,  ya había nacido Linnéa, la hija, Libardo me mostró después de otra cena maravillosa, un manuscrito de lo que posteriormente sería su primer  libro de cuentos Historias  de aquí, de allá y del más allá.

libardo 001No recuerdo si fue en el 2007 o en el 2008 o antes, cuando Bitan nos  informó que Libardo luchaba, a capa y espada con todas sus fuerzas, contra el síndrome de Guillain-Barré. Yo nunca antes había oído hablar de esta pavorosa enfermedad, poco común, que hace que el sistema inmunitario ataque el sistema nervioso periférico. Los nervios del sistema nervioso periférico conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo. La lesión de estos nervios dificulta la transmisión de las señales. Como resultado, los músculos tienen problemas para responder a las señales del cerebro. Nadie conoce la causa de este síndrome. Pero el hecho es que Libardo Garzón Murillo quedó imposibilitado físicamente y postrado en una silla de ruedas dependiendo por el resto de sus 10 años de vida de terceras personas. Ya entonces tuve una depresión al enterarme de la noticia. Me prometí ir a visitarlo a Suecia, a la base, a dónde había regresado con Bitan y su hija Linnéa desde París cuando apareció el síndrome. Pero nunca lo hice. Hoy ya es tarde porque esta semana Bitan nos envió un correo con noticias tristes, informando que en la primavera del 2015, el artista plástico y multifacético, Libardo Garzón Murillo nos dejó. Supe que en esta última década tampoco se rindió. Supe que pintaba usando la boca para agarrar el pincel. Supe que usaba una máquina a la cual le dictaba para transcribir sus cuentos. Supe que no se rendiría jamás. Supe que trabajó hasta el último de sus días. Supe que siguió exponiendo hasta el final. Supe que una pneumonía bilateral con complicaciones le arrebataría las últimas fuerzas.

libardo garzon 251Nos queda su extensa obra pictórica y de escultura. Nos quedan sus libros de relatos. Nos queda el recuerdo de los sabores de sus comidas. Nos queda el recuerdo de las noches de tango bailando con Purita en Caracas. Nos quedan Bitan y Linnéa que lo llevan presente cada día. Nos queda su obra. Nos queda la quebrada que lo vio nacer. Nos queda Galán que lo vio crecer. Nos queda la esperanza de encontrarlo una vez más, y cumplir nuestra última cita, allá cuando nosotros también tengamos que cruzar para acompañarlo en la otra orilla.

flink 251Nos queda, y para siempre con nosotros, nuestro gran amigo Libardo Garzón Murillo.

 

 

 

Libardo  Garzón Murillo - siempre con nosotros enviado a Aurora Boreal® por Guillermo Camacho. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Guillermo Camacho. Fotos de Libardo Garzón con Bitan y Linnéa © cortesía Birgitta Flink.

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