y ha indagado acerca de diferentes conceptos relacionados con la pintura en la búsqueda de una manera de expresión que le permita plasmar sus apreciaciones acerca del arte y de la vida. Y es por ello, por ejemplo, que en algunos períodos su trabajo ha incluido representaciones realistas simultáneamente con formas abstractas o ejercicios en claroscuro al tiempo con áreas planas de color, sembrando cierto desconcierto en el público acostumbrado a la ortodoxia estilística propia de la modernidad. Gracias a estas inusuales combinaciones, sin embargo, Jurado ha cimentado las bases de un lenguaje propio que le ha permitido, tanto una aproximación sui generis a la pintura, como un particular entendimiento de las conexiones, a veces no muy explícitas, que existen entre diferentes capítulos de la historia del arte.
Intenciones que profundizan en estos propósitos respaldan sus obras más recientes, pinturas de gran luminosidad en las cuales el observador capta primero el espíritu festivo, refulgente, planimétrico, de sus colores, pero para concentrarse posteriormente en los detalles que aparecen diseminados sobre el lienzo como círculos, formas irregulares e inclusive representaciones de objetos, y para percatarse especialmente de la figura central donde se condensa la parte más elaborada y más determinante del contenido de sus producciones. Son pinturas que parecen nutrirse de todos sus experimentos anteriores, compendiarlos, resumirlos, pero controlados, permitiendo aflorar sólo aquellos valores o atributos que lo entusiasmaron o sedujeron originalmente en relación con las obras maestras más cercanas a sus afectos, y que, por ende, ejemplifican una buena proporción de su credo pictórico.
En estos nuevos trabajos el artista se apropia directamente de esas obras, fragmentos de las cuales plasma con evidente idoneidad pero visibilizando su proveniencia, es decir, clarificando su autoría, precisando su origen, al insertarlos en una especie de aura que reproduce los perfiles de sus creadores. Es como si el artista no quisiera apropiarse de esas producciones sin citar la fuente original, sin reconocer su deuda con sus predecesores, y al hacerlo deja al descubierto, no sólo su convicción de que la historia de la pintura es una sucesión de hallazgos y de innovaciones, sino así mismo las razones de su admiración por los correspondientes logros.
Así: la dama del Almuerzo sobre la Hierba de Manet aparece alojada en una especie de sombra que retrata el perfil del maestro, al igual que aparecen insertadas en las sombras de los perfiles de sus respectivos autores, pinturas como el Retrato de la Raya Verde de Matisse, La Persistencia de la Memoria (conocido también como Los Relojes Blandos) de Dalí y Elizabeth Taylor de Andy Warhol. Y basta observar estos trabajos en el contexto de la obra de Jurado para entender que, por ejemplo, el interés por los contrastes y por la libertad del artista se cuenta entre las razones de su admiración por la obra de Manet; que la incipiente planimetría y la intensidad cromática del fauvismo motivaron su evocación de la obra de Matisse; y que entre los motivos de su entusiasmo por la Persistencia de la Memoria de Dalí, se contó la idea de festejar el poder de los sueños y de los recuerdos aunque se reblandezcan con el paso del tiempo como lo sugiere la obra referida, ya que las remembranzas son en gran parte responsables del contenido de estas obras.
Por otra parte, la pintura de Warhol considerada en relación con la producción de Jurado reitera su admiración por el arte Pop la cual es evidente desde la primera mirada a su trabajo, por su vivo cromatismo reminiscente de la publicidad, al igual que lo reitera su alusión a El Ángel de los Viajeros de Niki de Saint Phalle, una obra que, además de su colorido rutilante rebosa vitalidad como lo hacen las formas que acompañan las representaciones del artista colombiano que parecen desplazarse a lo largo y ancho de sus lienzos.
Pero, a pesar de que las obras de Jurado se circunscriben a la pintura, sus referentes no se limitan al reconocimiento de aportes en el área pictórica sino que también aluden a trabajos de tipo conceptual como Fuente de Duchamp, su famoso orinal, trabajo pionero en materia de apropiaciones, un recurso que, como se ha visto a lo largo de este texto, ha sido fundamental en la producción de Jurado, en tanto que su referencia a la obra de Christo, el artista conocido por sus envoltorios, en ocasiones, como en este caso, de grandes construcciones, pareciera constituir una indicación de que lo principal en su trabajo, por encima de alusiones extra artísticas, son los logros estéticos así como cierto ánimo lúdico, un claro disfrute en su concepción y ejecución.
La exposición de los trabajos más recientes de Jorge Jurado, en conclusión, constituye un ameno recorrido por aquellos acontecimientos en el arte moderno que fueron fundamentales en su formación, que fueron moldeando sus expectativas, que despertaron su conciencia como un artista de esta época obligado a conocer las tradiciones y los rompimientos que de acuerdo con las prioridades de los tiempos marcaron el desarrollo del arte de la pintura, y que, a pesar de su heterogeneidad, contribuyeron para la consecución de ese lenguaje totalmente cohesionado y sugerente que ahora le permite una expresión claramente personal.
Jorge Jurado. Colombia 1962, vive en Bogotá, Colombia.
Exposiciones individuales en los últimos 12 años:
2012 « Feedback » Montealegre Galería, Bogotá, Colombia.
2010 « Times » Art Dealer Miami, Miami USA. « Modalidades de la pintura » Galería La Localidad, Bogotá, Colombia.
2008 Corporate Art Collection, Support soft, California, USA.
2007 « A multitude of memories » Gallery 415, San Franscisco, USA.
2005 « Jorge Jurado » Galería Ruta Correa, Freiburg, Alemania.
2003 « La memoria como dispositivo » Sala de Espera, Bogotá, Colombia. « Jorge Jurado » Museum der Stadt Ratingen, Ratingen, Alemania.
2002 « Self - Appropriation » Grapa, Studio of Art, Miami, USA.
2001 « Zona de distracción » Galería La Pared, Bogotá, Colombia. « Diálogos » Galería Ruta Correa, Freiburg, Alemenia.
2000 « Diferenciación » Sala de Espera, Bogotá, Colombia.
Las obras del pintor Jorge Jurado por orden de aparición: 1) Jorge Jurado © M-Maybe (Lichtenstein) 100x100cm, óleo-acrílico 2012. Foto©Sofía Jurado, 2) Jorge Jurado © Marilyn (Rotella) 80x80cm, óleo-acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 3) Jorge Jurado © Composición en rojo, amarillo y azul (Mondrian) 150x150cm, Acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 4) Jorge Jurado © La fuente (Duchamp) 100x100cm, acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 5) Jorge Jurado © EL ángel guardián (Niki de Saint Phalle) 80x80cm, óleo-acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 6) Jorge Jurado © Perro Globo (Koons) 100x100cm, óleo-acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 7) Jorge Jurado © La persistencia de la memoria (Dali) 100x100cm, óleo-acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 8) Jorge Jurado © El hijo del hombre (Magritte) 80x80cm, óleo-acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 9) Jorge Jurado © La taza de piel (Oppenheim) 80x80cm, óleo-acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 10) Jorge Jurado © El almuerzo sobre la hierba (Manet) 100x160cm, óleo-acrílico 2012. Foto©Sofia Jurado, 11) Jorge Jurado © Relieve esponja azúl (Klein) 100x170cm, 2012. Foto©Sofia Jurado, 12) Jorge Jurado © Madame Matisse (Matisse) 50x150cm óleo-acrílico, 2012. Foto©Sofia Jurado, 13) Jorge Jurado © Angelus (Millet) 160x220cm óleo-acrílico, 2011. Foto©Sofia Jurado, 14) Jorge Jurado © Empaquetamiento del Reichstag (Christo) 100x200cm óleo-acrílico, 2012. Foto©Sofia Jurado, 15) Jorge Jurado © Gran salpicadura (Hockney) 50x150cm acrílico, 2012. Foto©Sofia Jurado, 16) Jorge Jurado © La primera Liz coloreada (Warhol) 100x170cm acrílico, 2012. Foto©Sofia Jurado.
Jorge Jurado y su recorrido por el arte moderno enviado a Aurora Boreal® por Jorge Jurado y Eduardo Serrano. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Jorge Jurado y Eduardo Serrano. Foto Jorge Jurado ©Sofia Jurado.
