Analizar una adaptación cinematográfica o la lista interminable

alejo 080Con excesiva frecuencia nos encontramos listas interminables. Quiero decir: cuando leemos los análisis de versiones fílmicas basadas en textos literarios. Muchas de ellas (por lo general referidas a las transformaciones llevadas a cabo en el proceso de adaptación cinematográfica) suelen venir a dos columnas para facilitarnos el repaso comparativo entre la película y la novela. Y ahí asoman, muy reverendas: de personajes, de escenografías, de acciones, de épocas, de locaciones, de escenas, de vestuarios. O realizadas con cualquier otro criterio. He de confesar que cuanto más exhaustivas son, más tediosa puede llegar a ser la lectura de estos itinerarios críticos. ¿Estoy sugiriendo que la exhaustividad resulta indeseable en este tipo de análisis? No necesariamente. Tampoco digo que el problema sean las listas en sí, como recurso metodológico. Pero habremos de reconocer que demasiados estudios de esta naturaleza se extravían en la minucia: buscando ponerlo todo, dejan de poner lo fundamental.
No obstante, sabemos que elaborar listas siempre es un ejercicio tentador en estos casos. Seguramente porque nos permite adelantarnos en la identificación de las diferencias más notorias entre la obra cinematográfica y la novela original. Con todo, este expediente no representa per se un verdadero avance crítico. Me explico: dada la naturaleza intrínseca a todo trasvase, es decir, al procedimiento que consiste en llevar un relato de un soporte expresivo a otro (en este caso, del verbal al audiovisual), realizar modificaciones viene a ser un presupuesto de base. Adaptar es transformar, es adecuar una narración a los requerimientos y posibilidades de otro lenguaje. ¿Cómo podríamos evitar, entonces, que el análisis de una adaptación fílmica devenga en la constatación mecánica de aquello que de entrada ya se presupone? Habría, probablemente, contestaciones muy diversas para este interrogante.


Ahora bien, me gustaría adelantar una respuesta de carácter general. Efectuar el estudio de una película basada en un texto literario previo pasa de modo sensible por interrogar la naturaleza de las transformaciones realizadas más allá de las adecuaciones expresivas que ya he señalado. En otras palabras, el análisis de una adaptación cobra auténtico interés crítico en la medida en que logre desplegar hipótesis de interpretación relacionadas con los cambios que en ella se han producido. De allí que elaborar la lista de marras no constituya más que una primera aproximación, un paso preliminar.

Alejandro José López Cáceres (Colombia, 1969). Ha publicado dos libros de ensayos: Entre la pluma y la pantalla (2003) y Pasión crítica (2010), dos de crónicas y entrevistas: Tierra posible (1999) y Al pie de la letra (2007), dos de cuentos: Dalí violeta (2005) y Catalina todos los jueves (2012), y una novela: Nadie es eterno (2012). Entre los años 2004 y 2008 dirigió la Escuela de Estudios Literarios perteneciente a la Universidad del Valle. Actualmente reside en España y es candidato a doctor en literatura por la Universidad Complutense de Madrid.La mayoría de las veces, sin embargo, sorprende el gran despliegue que se hace del inventario de las modificaciones en contraste con el precario desarrollo de las propuestas interpretativas. Pero hay un surtidor pródigo en este terreno, siempre en condiciones de nutrir de hipótesis cualquier trabajo crítico. Tal vez podríamos referirlo con esta pregunta: ¿de qué manera dialoga el proyecto estético que rige la versión fílmica con aquel que determina la novela previa? No hablamos, desde luego, del viejo debate sobre la fidelidad al original, pues sabemos que la calidad de una adaptación cinematográfica no puede medirse en estos términos. Resulta claro que toda obra de carácter artístico ha de alcanzar, para serlo, una entidad propia (independientemente de que pueda estar basada en un texto anterior). Dicho de otro modo, muy poco le sirve a un texto fílmico mantener dicha fidelidad a la obra previa si el resultado final es una mala película. Éste es el principio que invocan directores y guionistas al exigir plena libertad creativa cuando acometen cualquier labor de adaptación.
Instalados en la esfera analítica, por el contrario, resulta perfectamente legítimo (incluso interesante y revelador) insistir en la comparación de las dos obras. Los requerimientos del trabajo crítico no son los mismos que operan en la creación. Y adentrarse en la comprensión de una obra adaptada significa, con toda seguridad, desbordar los estrechos límites que una lista de transformaciones representa, por exhaustiva que ésta sea.

Analizar una adaptación cinematográfica o la lista interminable enviado a Aurora Boreal® por el escritor, crítico y ensayista Alejandro José López Cáceres. Publicado en Aurora Boreal® de Alejandro José López Cáceres. Foto Alejandro José López Cáceres © Mauricio Mejía.

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