Las efemérides del “Boom” (I)

alejo 080Lo mío no será tachar al "Boom", como se ha puesto de moda entre tanta gente de mi generación. Al contrario: lo mío será subrayarlo. Y celebrar estos cincuenta años transcurridos desde su deslumbrante explosión. ¿Quién tiene la fecha? Aunque no hay consenso, nadie podría negar que "La ciudad y los perros" (1963) de Vargas Llosa y "Rayuela" (1963) de Julio Cortázar algo han tenido que ver con su detonación. Los nuevos detractores del "Boom" han sacado otra vez el viejo memorial de agravios y repetido las vetustas diatribas de siempre. Pero yo voy a celebrar, pues he crecido leyéndoles, admirándoles y aprendiendo de su maravillosa literatura. Hay mucho que agradecerles. Aunque teníamos en Latinoamérica novelas importantes antes de los años 60 del siglo pasado, lo cierto es que apenas sí teníamos novelistas. Quiero decir que aquellas obras previas al "Boom" o fueron libros únicos de sus autores o, con muy raras excepciones, pertenecieron a repertorios bastante magros. Para mal y para bien, en América Latina el novelista profesional fue inventado en esa década prodigiosa.
Claro que hay más. A mediados del siglo pasado, la narrativa en lengua española había caído en el marasmo de un realismo más bien soso, convencional. La poesía, en cambio, venía de recorrer varias décadas de esplendor a ambos lados del Atlántico. Sin embargo, nuestra novela no acababa de modernizarse, no lograba asimilar el ímpetu renovador que las vanguardias artísticas habían inoculado en otros ámbitos de la cultura. Así fue hasta "La llegada de los bárbaros" (2004), como los llamaron Joaquín Marco y Jordi Gracia en aquel volumen recopilatorio sobre la recepción de estos narradores en España. Cierto: no es posible formular una estética común al leer las novelas publicadas en esos años, porque no la hay; pero sí es notorio, de una a otra, el empeño de sus autores por reinventar el género, por zafarle esa rémora tradicionalista que ya le impedía respirar. Y eso también es de agradecer.


En esa época empezó el influjo desorbitado que el marketing del libro tiene hoy en el medio literario. Muchos críticos de entonces atribuyeron esta indeseable anomalía a los autores del "Boom". A esta parte, sin embargo, nos resulta evidente que se trata de un fenómeno extendido y complejo que desborda el ámbito de una lengua en particular. Y a pesar de todo, por potente que sea, sabemos que ninguna campaña publicitaria podría dotar a una novela de las calidades literarias que no tiene. Una cosa es vender libros y otra muy distinta conseguir que perduren en la memoria de los lectores. Si bien es cierto que los novelistas del "Boom" recibieron la primera gran bendición de la publicidad editorial globalizada, el tiempo se ha ido encargando de poner a cada quien en su lugar. Y ahí están.

Alejandro José López Cáceres (Colombia, 1969). Ha publicado dos libros de ensayos: Entre la pluma y la pantalla (2003) y Pasión crítica (2010), dos de crónicas y entrevistas: Tierra posible (1999) y Al pie de la letra (2007), dos de cuentos: Dalí violeta (2005) y Catalina todos los jueves (2012), y una novela: Nadie es eterno (2012). Entre los años 2004 y 2008 dirigió la Escuela de Estudios Literarios perteneciente a la Universidad del Valle. Actualmente reside en España y es candidato a doctor en literatura por la Universidad Complutense de Madrid.

No ignoro los desaciertos que se propiciaron en los entornos del "Boom", sobre todo los concernientes a las odiosas listas y a las exclusiones inaceptables. Con todo, cabe preguntarse qué tanto de aquel barullo puede atribuírsele directamente a los autores. Sabemos que durante unos pocos años hubo un grupo de novelistas latinoamericanos que se apoyaron entre sí; sabemos que recibieron el respaldo de las industrias editoriales catalanas y argentinas; sabemos que estuvieron solidarizados con la causa de Cuba y que esa misma Revolución los distanció después; sabemos que alrededor suyo hubo trastienda, hay habladurías y siempre habrá leyenda; pero sabemos, sobre todo, que del "Boom" proviene un puñado de obras maestras que han permanecido vigentes durante todos estos años y que sabrán hacerlo por mucho tiempo más. Y eso, en definitiva, hay que celebrarlo.

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Las efemérides del “Boom” (I) enviado a Aurora Boreal® por el escritor, crítico y ensayista Alejandro José López Cáceres. Publicado en Aurora Boreal® de Alejandro José López Cáceres. Foto Alejandro José López Cáceres © Mauricio Mejía. Foto Vargas Llosa, su esposa Patricia Llosa, José Donoso, Mercedes Barcha (esposa de García Márquez), Pilar Donoso (esposa de José Donoso) y García Márquez, en Barcelona en los setenta. / CORITA tomada de http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/07/actualidad/1352248167_483862.html.

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