En la inmortalidad del espíritu

julio olaciregui 259Entrevista con Julio Olciregui

 

Luis Pulido Ritter entrevista en esta ocasión para Aurora Boreal® y  La Estrella de Panamá al escritor, periodista, critico y bailarín colombiano Julio Olaciregui afincado en Paris en los últimos treinta y siete años. Este escritor barranquillero se inició en el teatro en la Universidad de Antioquia en Colombia. Fue periodista de los diarios El Heraldo y El Espectador antes de viajar a París en 1978 para estudiar literatura en la Universidad de la Sorbona. Adaptó para el cine La mansión de Araucaíma de Álvaro Mutis, filmada luego por Carlos Mayolo (1986). Sus obras incluyen la novela, la poesía, la dramaturgia y el cuento. Ha publicado Vestido de bestia (relatos, 1980), Los domingos de Charito (novela, 1986), Trapos al sol (cuentos, 1991), Dionea (mitonovela, 2005), Días de tambor (relatos, 2012),Una mano en la oscuridad (relatos, 2013), La segunda vida del Negro Adán (2014) y El hombre caimán en el zoológico de Berlín y otros cuentos(2014). En los últimos años se ha dedicado a bailar danzas africanas, viajando a Guinea y Senegal. Su documental Parfois danse (2009) puede verse en YouTube. Sus obras de teatro En el cabaret místico (1999), El tango congo se acerca a La Habana (2000) y El callejón de los besos (2009) han sido representadas por actores franceses. Escribe sobre cine para la Agencia France-Presse desde 1998.

 

1.  En la literatura latinoamericana, caribeña, hay una presencia recurrente de la cultura afroamericana desde la Vanguardia. ¿Es sólo una preocupación temática o un verdadero interés por descubrir el Caribe?


Descubrir las corrientes de africanía en nuestra cultura ha sido en mi caso un verdadero interés que ha ido creciendo con el tiempo. Algunas personas se equivocan cuando en broma me dicen que soy « un africano blanco » y que no debo insistir « tanto » en esa raíz que nos fundó. Vivir en Francia, que fue una potencia colonizadora omnipresente en África, y convivir aquí con artistas africanos, sirvió para que valorara el aporte de esos ancestros que supieron rebelarse, resistir y subsistir en nuestra memoria, gracias al arte, a la música, a la danza. Cualquiera sea el pigmento de la epidermis en el Caribe respiramos con el yodo marino los símbolos de esa presencia geofilosófica que a todas luces no vino de Madrid sino de Calabar o Gorée, de Senegambia y el Congo.


2. ¿Por qué introduces en la narrativa los mitos griegos? ¿Es tu manera de hacer una síntesis cultural entre Europa, Africa y América Latina en tiempos de la intolerancia y los fundamentalismos?


dionea 251Sabemos ahora que el pensamiento mítico es patrimonio de la humanidad, que en todas las provincias y municipios del mundo hay « entierros », vestigios arqueológicos, imágenes y cuentos de caza y danza, de espíritus, magos y chamanes, de fuerzas antropozoomorfas. La mitología sería una forma de creer en la inmortalidad del espíritu a través de los milenios. Los mitos griegos poseen un prestigio indudable gracias a la Iliada y la Odisea y a lo que vino después, Esquilo, Sófocles, Eurípides, Platón... los mitos bíblicos que nos transmitieron en la infancia, Sansón tan fuerte como Hércules, no borraron esos personajes tan presentes aún como Prometeo, Eros, Orfeo... lo que más me gusta en la mitología griega es que en la Iliada Dios (Zeus) no está solo aun pues vive con Dionea en el cielo y son los padres de Afrodita, la diosa del amor.

 

3. Barranquilla y Paris se confunden en la novela, pero ¿crees que esta novela hubieras podido escribirla en Colombia? ¿Es una novela del exilio? ¿De la errancia?


Es evidente que las circunstancias influyen en uno. Ahora me pregunto qué escritor hubiese sido si en vez de viajar a Francia a los 27 años me hubiese quedado en Colombia o me hubiese ido para España, pasando en Madrid, por ejemplo, las 37 primaveras que he vivido en París. Han sido años de estudio, de formación y deformación, tratando de aprender a nadar en este río revuelto que es la Historia de nuestro mundo. Vine atraído por la cultura europea, por el amor de alguna muchacha que me recordaba a alguna actriz de Truffaut o Godard. No he vivido la desesperanza de los verdaderos exiliados, pero me sentí muy cerca de los chilenos cuando conocí a algunos en los sombríos años de la dictadura de Pinochet.

 

4. En la novela no hay un desarrollo lineal, una intriga, pero sí es la consagración del fragmento. Pero, además, ¿no será quizás un homenaje a Levi-Strauss que llega a la Amazonia a descubrir mitos?


Tienes razón al señalar lo fragmentario, ligado a la narratividad de los mitos. Levi-Strauss es un personaje entrañable, filósofo de la Sorbona, que a causa de la guerra descubre el mundo americano, se interna en los montes brasileros y copia lo que le cantan y cuentan los chamanes sobre los orígenes del tabaco y el fuego, la muerte y el sol... Levi-Strauss murió centenario... en los diccionarios de mitología grecolatina de las bibliotecas universitarias de París uno descubre fragmentos y distintas versiones de, por ejemplo, la historia de Prometeo-roba-fuego, cuentos y fábulas que hablan de otras invenciones y costumbres... Levi-Strauss nos dice que un mito es la suma de sus distintas versiones.. él llegó a la conclusión, tras « coleccionar » más de 800 mitos desde Canadá hasta Argentina, que el mito más popular en las Américas es el de la « domesticación » del fuego.


5. Vives en Paris desde 1978. ¿Qué ha cambiado en Barranquilla desde aquel entonces?


« ¡Ay que lejos Barranquilla! », dice Nicolás Guillén en un poema sobre los « bogas », los bogavantes criollos, los afrocolombianos, los negros navegantes del río Magdalena... hablemos primero de lo que no ha cambiado: algunas personas amigas y familiares entrañables siguen viviendo en la ciudad... las palmeras y la cercanía al río y el mar, persisten... no han cambiado... la ciudad creció con la explosión demográfica mundial, con los desplazados por la guerra de guerrillas a causa de las tierras cultivables, y el oro, el petróleo, las esmeraldas, la hoja de coca... Barranquilla es ahora, vista desde París, una «exótica » ciudad caribeña que puede ser escenario de una novelita policial francesa... « Duel à Barranquilla », de Gerard de Villiers... Barranquilla ha cambiado con el mundo... es una ciudad del ahora...

 

 

julio olaciregui 259Julio Olaciregui
Colombia 1951. Periodista y escritor, pasa de un género literario a otro con una gran desenvoltura. Se inició en el teatro en la Universidad de Antioquia, Colombia. Viaja a París en 1978 para estudiar literatura en la Universidad de la Sorbona. Sus obras incluyen la novela, la poesía, la dramaturgia, el cuento. Ha publicado Vestido de bestia (relatos, 1980), Los domingos de Charito (novela, 1986), Trapos al sol (cuentos, 1991), Dionea (mitonovela, 2005), Días de tambor (relatos, 2012), Una mano en la oscuridad (relatos, 2013), La segunda vida del Negro Adán (2014) y El hombre caimán en el zoológico de Berlín y otros cuentos (2014). Adaptó para el cine La mansión de Araucaima, de Álvaro Mutis, filmada luego por Carlos Mayolo (1986). Sus obras de teatro: En el cabaret místico (1999), El tango congo se acerca a La Habana (2000) y El callejón de los besos (2009). Desde 1998 escribe de cine para la agencia France-Presse.

 

 

 

luis_pulido_037Luis Pulido Ritter
Es doctor en Sociología y Filosofía por la Universidad Libre de Berlín. Ha escrito Matamoscas (poesía 1997), Recuerdo Panamá (novela 1998; 2005), Sueño Americano (novela 1999), ¿De qué mundo vienes? (novela 2010). Actualmente vive en Berlín. Escribe para el periódico La Estrella de Panamá y colabora con Aurora Boreal®

 

 

 

Entrevista enviada a Aurora Boreal® por cortesía del escritor Luis Pulido Ritter. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Luis Pulido Ritter. Foto de Luis Pulido Ritter © Christian Olguín.  Foto Julio Olaciregui © Julio Olaciregui.

 

Entrevista para Aurora Boreal® y  La Estrella de Panamá

 

 

 

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