La producción cinematográfica peruana, que antaño se concentraba casi por completo en Lima, se ha extendido en los último años en diferentes regiones del país. Uno de los representantes más notables de ese cine provinciano es el trujillano Omar Forero, cuyo cine bebe de Antonioni y el nuevo cine asiático. Chicama, su película más accesible, pero no por ello menos lograda, aborda el tema de la educación en provincias, desde un tono cálido libre de afectación o melodramas.
Material enviado a Aurora Boreal® por Robinson Díaz. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Robinson Díaz.