El desierto y sus semillas

Jauja 250Jauja
Argentina, Estados Unidos, Francia, Dinamarca, México, Holanda
Dirección: Lisandro Alonso
Guión: Lisandro Alonso y Fabián Casas
Intérpretes: Viggo Mortensen (capitán Dinesen), Ghita Nørby (Mujer de la Cueva), Viilbjork Malling (Ingeborg), Esteban Bigliardi (Milkibar), Misael Saavedra.
Fotografía: Timo Salminen.
Música: Viggo Mortensen.
Montaje: Natalia López y Gonzalo Del Val
2014

 

Perdón por intervenir el gran título de Barón Biza, pero la tentación era grande.
La nueva película de Lisandro Alonso, sin dejar de ser fiel a su estilo, se abre a otras ambiciones. Como algunos filmes de Wim Wenders (sobre todo, El amigo americano), de Hugo Santiago (Ecute voir...), o incluso de Clint Eastwood (El jinete pálido), el espectador se ve llevado a rellenar los "huecos" de la narración con una amplia competencia intertextual y genérica.
Jauja 2-1No quiero extenderme en esa lista de la "angustia de las influencias", pero un resumen seguiría esta línea: la literatura de la conquista del "desierto" (especialmente Raqueles); el Martín Fierro, claro; la cautiva de Echeverría y sus secuelas del siglo XX: "El guerrero y la cautiva", de Borges, y sus per-versiones, Ema la cautiva, de Aira, y El placer de la cautiva, de Brizuela. Sin olvidar al Saer de Las nubes, otro ejemplo extremo de ficción autoconsciente.
Se trata del "desierto" como fuente inagotable de fascinación y como el lugar de las desapariciones, del vacío; que, como todo vacío, por un lado, debe ser llenado, pero por otro lado, ha sido siempre-ya el resultado de un proceso de vaciamiento previo: los "cabeza de coco", "los pieles rojas". Y sí, lo que oímos tantas veces lo dice el oficial Pittaluga: "Hay que matarlos a todos".
Por el lado del western, ya que se menciona tanto en la prensa de la película (que debe tanto al gran Viggo Mortensen), The Searchers, de John Ford sería cita obligada. Porque ¿de qué otra cosa habla este subgénero sino del desierto, de la frontera (¿entre qué y qué?), del territorio y de la propiedad? (De la propiedad del territorio, claro, pero también de las mujeres.) Y del mito –"fundacional"– como basamento de la ley, que de esta manera nace, en cierto modo, a la vez potenciada y fallida; aunque esto está mucho más presente en The Man Who Shot Liberty Valance.
Jauja 3-1Sin embargo, también se me ocurre que la interpretación de la película de Alonso, si tal cosa es necesaria, debe pasar más por lo estructural que por lo alegórico, pese a que el título es una trampa peligrosa al respecto: Jauja – América –Argentina ("qué país de mierda") – desierto. Por suerte, al final, la Mujer que Vive en la Cueva aclara: "Un hombre no es todos los hombres". El capitán Dinesen no representa nada, sólo se mueve en una dirección inexistente: "¿Qué es lo que hace que una vida funcione y siga adelante?". Precisamente moverse, aunque sea hacia ningún lado, buscando algo que es imposible de hallar o ya no existe.
Jauja es, básicamente, un padre que busca a una hija y encuentra, quizás, a una madre ("Pero la pequeña niña se convirtió en mujer y vive en el desierto"). Continuidad y discontinuidad de las generaciones: el soldadito de juguete (que representa metonímicamente a la hija y metafóricamente al padre), la brújula ¿rota?, los perros-guías que saben más de lo que las personas creen.
jauja poster 350"Las familias se borran de la faz de la tierra, el desierto las traga". Jauja cuenta una novela familiar descoyuntada por el verdadero protagonista, un desierto que no es tal. (Por eso la cámara, como es habitual en Alonso, se demora tanto en un lugar, cuando las personas ya se han ido.) "Todas las familias desaparecen, incluso si lleva mucho tiempo". En realidad, la película es la historia de esta desaparición forzada.

 

 

Pablo Valle
pablo valle Nueva 350Argentina,1961. Es profesor en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Enseña Semiología en el Ciclo Básico Común y Problemas de Literatura Latinoamericana en la Facultad de Filosofía y Letras, de esa Universidad, y Guion en la Licenciatura en Artes Audiovisuales de la Universidad Nacional de Avellaneda. Es editor independiente, corrector, traductor, redactor, ghost writer. También fue crítico de cine (en la revista La Vereda de Enfrente) y jefe de redacción de la revista de cultura y psicoanálisis El Gran Otro. Entre otras cosas, ha publicado los relatos de Simulacros (1985), Samuráis (2012), y Cuentos para misóginos y otros cuentos (2012), y las novelas Ángeles torpes (1995, 2013), Yo, el templario (como Paul Mason, 2006), Los crímenes de la calle Barthes (2013) y La carta de Rozas (2013). También escribió los libros didácticos Cómo corregir sin ofender (1998, 2001), Guía para preparar monografías (1997, 2008) y Cómo elaborar monografías y otros textos expositivos (2013), estos dos últimos junto con Ezequiel Ander-Egg. En la actualidad trabaja adaptando al cine su novela Ángeles torpes y preparando una serie de guiones llamada Killers.

 

 

Reseña de Jauja enviada a Aurora Boreal® por Pablo Valle. Publicada en Aurora Boreal® con autorización de Pablo Valle. Foto Pablo Valle © Silvia Inés Tombesi.

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